Endureció su discurso en un cierre de campaña en La Paz, mientras aumenta la presión para que Óscar Ortiz, tercero en los sondeos, dimita.
Carlos Mesa, candidato con posibilidades de imponerse a Evo Morales en las elecciones del próximo domingo en Bolivia, sumó el apoyo de sectores de izquierda y derecha este martes, cuando pidió al país decidir “entre el camino autoritario a la dictadura y el camino de la construcción democrática”.
Mesa endureció su discurso en un cierre de campaña en La Paz, mientras aumenta la presión para que Óscar Ortiz, tercero en los sondeos, dimita en favor de la unidad opositora que busca impedir la tercera reelección de Morales, en el poder desde 2006.
Para ratificar ese favoritismo, Mesa llamó a derrotar en las urnas al mandatario aymara de izquierda. “Se acabaron estos 14 años (de gobierno) y se acabaron como deben acabarse, con el voto popular”, sostuvo.
“Este es un momento en el que tenemos que decidir entre el camino autoritario a la dictadura y el camino de la construcción democrática”, arengó”.
“Ya es demasiado autoritarismo que nos está llevando a la dictadura”, remachó, en alusión a la decisión de Morales de buscar un cuarto mandato, que la oposición considera inconstitucional e ilegal.
El discurso de Mesa logró aunar en el último tramo de la campaña a todo el espectro político de oposición.
“Puede ser que este no sea mi favorito (Carlos Mesa), pero voy a votar por él, porque ya no lo quiero a Evo”, afirmó el empresario Branko Marinkovic, el último de los líderes de la derecha en sumarse al entente para derrotar a Morales.
Marinkovic está asilado desde 2010 en Brasil, tras ser señalado por el gobierno de Morales de empujar a la próspera región de Santa Cruz (este) en planes federalistas.
En la otra alforja, el izquierdista Juan del Granado, exalcalde de La Paz y antiguo aliado político de Morales, también respaldó a Mesa. “Voy a pedir a la gente que vote por Carlos Mesa”, señaló a los medios.
Mesa ya obtuvo el apoyo del empresario de centroderecha Samuel Doria Medina, y el último fin de semana sumó el del expresidente de derecha Jorge Quiroga, incansable promotor de una campaña internacional contra el venezolano Nicolás Maduro, junto a su colega colombiano Andrés Pastrana.
“En Bolivia la decisión este 20 de octubre es existencial, llegó la hora de escoger: democracia o autocracia, soberanía popular o tiranía Masista (en alusión al MAS, partido de Morales), República boliviana o Madurolandia (en referencia a Maduro), libertad o dictadura, Carlos Mesa o Evo Morales”, aseveró Quiroga en un spot de televisión.
En el abanico opositor también figuran otras personalidades. Los exdefensores del Pueblo Rolando Villena y Waldo Albarracín, actual rector de la universidad estatal de La Paz, ambos articuladores del Conade, un colectivo de defensa de la democracia que se opone a Morales.
Morales contraatacó en un mitin este martes en Santa Cruz, feudo opositor, acusando a sus rivales de pretender sumar a Bolivia al llamado “Grupo de Lima”, conformado por varios países de Sudamérica, en el que -según él- “están presidentes y gobiernos sumisos a Estados Unidos (y son) gobiernos privatizadores”.
– Unidad y presiones a Ortiz –
Historiador, periodista y exgobernante de 66 años, Mesa marcha segundo en todos los sondeos de opinión, detrás de Morales, en el poder desde 2006 y con la aspiración de ser reelegido por cinco años más, para el periodo 2020-2025.
Desde un referendo en febrero de 2016 que rechazó una nueva candidatura de Morales, la oposición ha reclamado un candidato único para vencer al mandatario izquierdista, leal amigo de Venezuela y Cuba.
La presencia en la campaña de dos candidatos opositores visibles, Mesa y el senador opositor Óscar Ortiz, causó una evidente dispersión de las intenciones de voto que favorece de manera implícita a Morales.
Según los vaticinios el presidente podría vencer en primera vuelta, aunque no se descarta un balotaje.
Ortiz es presionado por un sector de la oposición y sus propias filas para que decline su candidatura en favor de Mesa, pero hasta ahora ha rechazado renunciar y mantiene su campaña, aunque en una lejana tercera posición.
Las elecciones generales del domingo 20 servirán para elegir al presidente, vicepresidente y renovar la totalidad de escaños en las cámaras de Diputados (130) y Senadores (36).