En Estados Unidos, se estableció un vínculo entre vapear y una enfermedad llamativa y grave que causó 52 muertes.
Un estudio que siguió a 32.000 estadounidenses durante tres años muestra que los consumidores de cigarrillos electrónicos aumentaron su riesgo de desarrollar las mismas enfermedades pulmonares crónicas que los fumadores comunes, según resultados publicados el lunes.
En Estados Unidos, se estableció un vínculo entre vapear y una enfermedad llamativa y grave que causó 52 muertes (Evali) este año, pero que es muy específica para un tipo de recargas, a menudo vendidas de forma ilícita en el mercado negro, las cuales contienen cannabis y un ingrediente tóxico -aceite de vitamina E.
El estudio publicado el lunes es más amplio y estadístico. Muestra que los que utilizaron vapeadores tenían un 30% más de probabilidades de desarrollar enfermedades pulmonares crónicas como bronquitis, asma, enfisema o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, en comparación con las personas que no los usaron.
Cuando las personas utilizan vaporizadores y fuman cigarrillos al mismo tiempo, lo cual es común, el riesgo se triplica.
“Hemos concluido que los cigarrillos electrónicos son dañinos en sí mismos, con efectos que ocurren independientemente del consumo de tabaco convencional”, dice uno de los autores, Stanton Glatz, profesor de medicina y director del centro de investigación sobre tabaco de la Universidad de California, en San Francisco.
Este es el primer estudio que rastrea a los vapeadores a lo largo del tiempo y muestra ese vínculo, según los autores, que publicaron su trabajo en la revista American Journal of Preventive Medicine.
Los datos provienen de la encuesta sobre la población usuaria de tabaco y la salud (PATH), que siguió a 32.000 adultos estadounidenses de 2013 a 2016.