La encarcelada expresidenta de Bolivia, la derechista Jeanine Áñez, pretendió este sábado hacerse una “autolesión” y tiene “rasguños” en un brazo pero su salud es estable, informó un ministro, mientras la oposición deploró el trato que le da el gobierno.
“Lamento informar al pueblo boliviano que habría pretendido, la señora Jeanine Áñez, generarse una autolesión en horas de la madrugada del día de hoy” sábado, dijo el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, en conferencia de prensa.
La abogada de la expresidenta transitoria, Norka Cuéllar, afirmó que “lo que ha ocurrido hoy es un pedido de auxilio de la exmandataria”.
El ministro de su lado, acotó que la “salud (de Añez) es completamente estable, tiene unos pequeños rasguños en uno de sus brazos, sin embargo no hay de qué preocuparse”.
Consultado sobre las razones de las lesiones, el ministro respondió que hicieron la misma consulta a la exmandataria, encarcelada desde marzo, acusada de varios delitos.
“Ella manifiesta desconocer los móviles por los cuales habría intentado generarse algún tipo de lesión”, indicó Del Castillo, quien insistió en que las heridas son “superficiales”.
La familia de la exmandataria de 54 años ha pedido de manera reiterada su traslado a un hospital para que sea sometida a tratamiento médico especializado, por sufrir principalmente hipertensión.
La defensa de la exgobernante no ha tenido éxito en sus pedidos a la Justicia para que a la expresidenta se le otorgue detención domiciliaria.
Áñez es acusada de varios delitos en tres procesos diferentes, como genocidio, terrorismo, conspiración, resoluciones contrarias a la Constitución e incumplimiento de deberes.
Ni Áñez ni su familia emitieron comentarios sobre lo ocurrido este sábado.
La oposición urge por su salud
Tras conocer lo ocurrido con la exmandataria, el gobernador de la rica región de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, pieza clave en la salida del poder del izquierdista Evo Morales en 2019, señaló que “el gobierno de (el presidente) Luis Arce y su política revanchista está superando todos los límites”.
Acotó que “una y otra vez han manoseado la salud de Jeanine Áñez, en un comportamiento inhumano que es crueldad”.
El expresidente de centro Carlos Mesa (2003-2005), dijo por separado que las explicaciones oficiales sobre la salud de Áñez “no son serias ni creíbles” y pidió “el cese de su encarcelamiento político” para que “se defienda en libertad”.
Mesa y los exmandatarios Jorge Quiroga (derecha, 2001-2002) y Jaime Paz (socialdemócrata, 1989-1993), pidieron en un comunicado dirigido a la Fiscalía y al Poder Judicial que adopten las medidas necesarias para “preservar la vida e integridad física y psicológica” de Añez.
Demanda de proceso en curso
La Fiscalía General de Bolivia presentó el viernes acusación contra Áñez por “genocidio”, debido a la represión de partidarios del expresidente izquierdista Evo Morales en noviembre de 2019, en dos zonas del país con saldo de una veintena de muertos.
La acusación fue presentada ante el Tribunal Supremo de Justicia, que debe pedir una autorización al Congreso para juzgarla.
Áñez sucedió a Morales, en el poder desde 2006, quien dimitió en medio de una fuerte convulsión social, cuando la oposición le acusaba de haber hecho fraude en las elecciones de octubre de 2019 para continuar en el poder hasta 2025.
Las protestas se extendieron a todo el país. Los policías y militares le quitaron respaldo a Morales, quien dimitió y salió exiliado hacia México.
Morales, el actual gobierno de su delfín Luis Arce y el oficialismo en pleno acusan a Áñez y a la oposición política de haber promovido un golpe de Estado, con el apoyo de la Iglesia Católica, la Unión Europea, y los gobiernos del argentino Mauricio Macri y el ecuatoriano Lenín Moreno.