Las fuertes lluvias que devastaron parte de la ciudad brasileña de Petrópolis, en la región serrana de Río de Janeiro, ya han dejado 176 muertos y unos 200 heridos, en lo que ya está considerada como la mayor tragedia climática en el municipio.
Las tormentas han provocado desde el martes pasado un rastro de destrucción en su paso por la antigua ciudad imperial brasileña, donde más de un centenar de personas siguen desaparecidas, según informó este lunes el Cuerpo de Bomberos.
Se trata ya de la peor tragedia climática en Petrópolis (la ciudad en la que se suicidó con su mujer el gran escritor austriaco Stefan Zweig, en 1942), superando episodios similares ocurridos en 1988 y 2011, cuando también perdieron la vida decenas de personas.
Más de 500 bomberos actúan en la zona para intentar localizar a más víctimas, aunque las labores llegaron a ser interrumpidas esta madrugada debido a las lluvias y fuertes vientos que aún azotan la región y solo fueron retomadas a las 7.00 hora local (12.00 GMT).
Entre los 176 fallecidos figuran al menos 29 menores de edad.
La alcaldía de Petrópolis, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, informó de que hasta la noche del domingo 114 personas habían sido sepultadas en el cementerio del municipio.
Hasta el momento, los equipos de socorro han conseguido rescatar entre el lodo y los escombros a 24 personas con vida, que han sido trasladadas a centros hospitalarios de la región.
Cerca de 850 personas han sido desalojadas de sus viviendas y reciben asistencia social en alguno de los 20 puntos de apoyo que han sido instalados en la ciudad, como escuelas e iglesias.
Asimismo, la Marina de Brasil terminó de montar la víspera un hospital de campaña, que ofertará 12 camas de enfermería y cinco estaciones de atención de baja complejidad a los residentes de Petrópolis.
La previsión es de más chubasco a lo largo de este lunes, lo que podría afectar las operaciones de salvamento debido a la inestabilidad del terreno en medio del riesgo de nuevos deslizamientos de tierra.
La Defensa Civil siguió mandando en la víspera mensajes de texto a los vecinos de Petrópolis y accionando las sirenas de alerta ante la posibilidad de nuevos aguaceros.
La noche del pasado martes, Petrópolis fue devastada por las peores lluvias en casi un siglo, causando decenas de corrimientos de tierra, inundaciones en diversos puntos de la ciudad y fuertes riadas que arrasaron con todo lo que había a su paso.
El jueves volvió a llover fuerte y se produjeron nuevas inundaciones, agravando la situación de la urbe, que intenta poco a poco volver a la normalidad en medio del lodazal.