La falta de una cultura que promueva un estilo de vida saludable y el rezago de las políticas públicas en salud son las causas de los altos índices de obesidad y sobrepeso en Panamá, una condición que afecta sobre todo a los niños y adolescentes, dijo a Efe el nutricionista José Ramiro López.
“La práctica habitual de estilos de vida saludable como alimentación sana y ejercicio físico no es parte de la cultura y, por otro lado, las políticas públicas en salud que deben protegernos no avanzan. Panamá tiene 36 años de retraso en promoción de la salud”, dijo López, miembro de la Fundación Panamá Saludable.
En el marco del Día Nacional de Combate a la Obesidad, que se conmemora este lunes en Panamá, se citaron datos oficiales de 2019 según los cuales el 71,7 % de los panameños mayores de 18 sufre de exceso de peso: un 35,3 % padece de obesidad y un 36,4 % de sobrepeso.
El problema se agrava en los menores de 14 años, pues el 86,1 % de niños y adolescentes tienen exceso de peso, con el 31,3 % obeso y el 54,8 % sobrepeso.
La fundación alertó que alrededor de 9.000 personas fallecen cada año por obesidad o alguna enfermedad relacionada al sobrepeso, lo que representa el 45 % del total de muertes en Panamá.
“Hay que educar en salud a nuestros niños entre los 2 y 7 años de edad, de manera tal que en su adolescencia o adultez joven, cuando se les presente el factor de riesgo, este individuo tenga el criterio para elegir bien, elegir por su salud y su bienestar”, dijo López.
El experto apuntó que las acciones para combatir la obesidad y el sobrepeso no solo deben ir dirigidas “a la actuación personal”, ya que “para garantizar su éxito se debe moldear el ambiente donde se desarrolla ese individuo a través de políticas públicas que promuevan el acceso a hábitos saludables”.
Es por ello que la fundación recomienda que se regule “la publicidad y el mercadeo dañino para la salud y se garantice el espacio físico para practicar esos hábitos saludables”, lo que, aseguró López, “hará la diferencia y dará calidad de vida a cada panameño”.
Desde la Fundación Panamá Saludable exhortan a la población adoptar una serie de medidas que previenen el exceso de peso y sus consecuencias, como acudir, como mínimo, una vez al año a un control médico para “monitorear” aquellos marcadores de riesgo.
También practicar de 30 minutos a una hora diaria de “actividad física aeróbica de intensidad leve a moderada”, como caminar, trotar, correr, nadar, deportes, máquinas de cardio y bailar, y en caso de hacer “ejercicio de alta intensidad, acudir a una evaluación de esfuerzo físico con un cardiólogo que verifique la capacidad del cuerpo”.
Se deben evitar “malos hábitos alimenticios” como un alto consumo de azúcares simples, alimentos fritos, ricos en sodio, procesados y ultraprocesados, condimentos artificiales y productos enlatados y envasados.
Por último, la fundación recomienda consumir una dieta saludable, basada en la ingesta de tres porciones de fruta y dos vegetales diarios, evitar el consumo de carnes rojas (y sustituir por pescados, pollo o pavo), introducir carbohidratos “complejos” (menestras, tubérculos) y comer balanceado.