Cuando el engaño financiero perjudica los planes de jubilación

Cuando el engaño financiero perjudica los planes de jubilación
Jessica Matthews, una planificadora financiera que afirma que, si ambas partes de la pareja asumen la responsabilidad en un problema de infidelidad financiera, “entonces no cabe duda de que regresar a la normalidad puede acercarlas más”, en Plano, Texas, el 23 de marzo de 2022. Foto, Allison V. Smith/The New York Times.

El engaño en materia financiera destruye la confianza y también puede entorpecer el ahorro para tener una jubilación digna. Es factible que muchas parejas destrozadas por alguno de sus miembros que gastan más de la cuenta y contraen deudas, puedan recuperarse. 

Jessica Matthews sabe lo que se siente ser una víctima de la infidelidad… de la infidelidad financiera.

Matthews, quien está certificada como planificadora financiera, tuvo que enfrentarla hace algunos años tras descubrir que su marido le estaba ocultando una deuda de más de 30.000 dólares en tarjetas de crédito. Esa fisura hizo que su matrimonio terminara, pero ahora utiliza esa experiencia para ayudar a sus clientes.

En una relación, podemos serle fiel a nuestra pareja o cónyuge a nivel físico, pero traicionar su confianza de otras maneras. La infidelidad financiera no solo lastima, sino que puede romper un vínculo.

“Si ambas partes están dispuestas a comunicarse y a asumir la responsabilidad, entonces no cabe duda de que regresar a la normalidad puede acercarlas más y reconstruir la confianza dentro de la relación”, comentó Matthews, quien vive en el área de Dallas-Fort Worth. “Todos somos humanos, y en los seres humanos no hay perfección, pero sí amor y conmiseración”.

El engaño en materia financiera no solo destruye la confianza, sino que también puede entorpecer el ahorro para tener una jubilación digna. Sin embargo, es factible que muchas parejas destrozadas por alguno de sus miembros que, a escondidas, gastan más de la cuenta y contraen deudas abrumadoras puedan recuperarse.

La infidelidad financiera es un monstruo de muchas cabezas: puede tratarse de deudas acumuladas antes del matrimonio de las que no se habló, de una cuenta secreta, de facturas exorbitantes en las tarjetas de crédito o de problemas de dinero desencadenados por drogadicción o ludopatía.

En una encuesta reciente realizada por el Fondo Nacional para la Educación Financiera, una cantidad asombrosa de cónyuges reconocieron haber sido infieles en materia financiera. Dos de cada cinco personas encuestadas dijeron haber “cometido algún acto de engaño financiero”, y el 85 por ciento de esas personas afirmaron que esa imprudencia había afectado su relación y los resultados variaban de intrascendentes —una discusión— hasta una separación o el divorcio.

Billy Hensley, presidente y director general de este fondo comentó que la organización ha estado realizando estos sondeos desde 2010. Debido a que casi la mitad de las personas encuestadas reconocieron ser deshonestas sobre sus finanzas —algo acerca de lo que la mayoría de los estadounidenses son reacios a hablar—, “estos engaños flagrantes siguen siendo muy alarmantes”, señaló Hensley.

Según las encuestas del fondo, las principales conductas para engañar en materia financiera eran ocultarle a la pareja algunas cuentas bancarias, estados de cuenta, facturas o dinero en efectivo. Una de cada cinco personas reconoció haberle mentido a su pareja en lo referente a finanzas, deudas o ingresos.

Según un estudio de 2019 publicado en la revista Journal of Consumer Research, cuando las parejas no se tienen confianza en cuestiones de dinero, eso puede deteriorar toda la relación y ocasionar un distanciamiento o el divorcio. Lo importante es volver a construir la confianza.

Desde luego que muchas veces las imprudencias en materia financiera tienen un origen psicológico que los consejeros y los terapeutas pueden manejar mejor. No obstante, estos profesionales casi siempre recomiendan que la parte que ha sido infiel diga la verdad acerca de sus problemas de dinero.

Es probable que se necesite ayuda profesional

Los planificadores financieros pueden ayudar a las parejas a volver a la normalidad poniendo sobre la mesa los problemas de fondo relacionados con los gastos. Posteriormente, pueden sugerir planes de presupuesto y ahorro a fin de reactivar los fondos para emergencias, a mediano plazo y de jubilación. Por lo general, estas personas fungen como facilitadores, árbitros y asesores financieros.

Jay Zigmont, un planificador financiero certificado que vive en Water Valley, Misisipi, está ayudando a una clienta a sortear los problemas financieros de su esposo. El negocio del marido debía muchos impuestos acumulados que al principio este le ocultó a su esposa. La situación de la pareja incorporaba un elemento común que Zigmont ha visto en los engaños financieros: uno de los miembros de la pareja insiste en hacerse cargo de las finanzas de la pareja, aunque tal vez no diga la verdad sobre los ingresos, los gastos y las deudas de la familia.

“Lo veo en muchas parejas”, comentó Zigmont. “Uno de los miembros dice que va a ‘manejar’ los asuntos financieros”. Comentó que, incluso si una persona se hace cargo del pago de las facturas, ambos tienen que participar mucho en los presupuestos, los impuestos y la gestión de las finanzas generales de la familia.

Por supuesto que la infidelidad financiera casi nunca se presenta en una relación emocional sincera y honesta. Este comportamiento podría tener su origen en problemas como la drogadicción, el exceso crónico de gastos, las deudas con tarjetas de crédito y otras deudas. Es probable que las parejas tengan que declararse en una bancarrota personal, aunque, para seguir delante, de todas maneras tendrán que resolver el origen de esos problemas de gastos excesivos… si es que pueden hacerlo.

Zigmont mencionó que la mayoría de la gente que enfrenta este reto se dará cuenta de que sus planes de jubilación se ven muy afectados debido a que su capacidad de ahorro está entorpecida. Se tienen que analizar todas las opciones, como negociar planes de pago con los acreedores y vender activos. Pero ni siquiera sirve declararse en bancarrota.

“El problema con la bancarrota es que esta no cambia el comportamiento y que no todas las deudas pueden liberarse con la bancarrota”, explicó. “Tal vez sea más difícil liquidar las deudas de manera paulatina, pero esto puede ayudar a que la gente aprenda buenas conductas financieras e incluso a que las parejas se acerquen cuando trabajan para alcanzar metas comunes”.

Regresar a lo básico

Matthews, quien también está certificada como analista financiera experta en divorcios, les recomienda a sus clientes que, cuando haya una infidelidad financiera, comiencen con lo básico. “¿Cómo se ve tu ingreso en relación con tus deudas, lo que también se conoce como relación entre deudas e ingresos?”, mencionó. Matthews exhorta a sus clientes a que modifiquen sus metas o a que ajusten sus expectativas financieras.

Cuanto menores sean las deudas en relación con el ingreso, mejores son las posibilidades de recuperación. En el caso de tarjetas de crédito, Matthews sugiere liquidar primero la deuda que paga los intereses más altos, “para no adentrarse más en ese agujero”.

Solo hasta que liquiden sus deudas, pueden pensar en ahorrar para su jubilación.

Sin embargo, según Matthews, el proceso de recuperación y las decisiones resultantes son difíciles. “¿Puedes seguir pagando para quedarte en la casa que habitas ahora sin afectar de manera negativa tu capacidad de ahorro para tu jubilación? En ocasiones habrá que reducir el tamaño de la casa o trabajar más tiempo”, aseveró. “Se debe optar por los escenarios que sean los menos desestabilizadores”. Es posible que tengas que cambiar toda tu idea de jubilación, comentó.

Sin embargo, quizás necesites ir a terapia

Claro que, aunque casi siempre los profesionales de las finanzas les dan apoyo a las parejas que están tratando de solucionar los conflictos relacionados con el dinero, no es común que ofrezcan todo el paquete de servicios en torno a las emociones y la relación en sí. Puede ser que se necesite un consejero, un trabajador social o un terapeuta si la situación requiere más que ayuda en materia financiera.

Si los problemas no tienen solución, otra buena opción es contratar a un abogado y a un analista financiero certificado experto en divorcios, el cual se especializa en ayudar a los clientes a dividir sus activos. También se puede acudir a un asesor de crédito certificado.

“Cuando se rompe la confianza, es mejor buscar ayuda profesional para reconstruir la confianza y la comunicación”, comentó Matthews. Es posible que especialistas como los terapeutas financieros puedan ser de ayuda.

Sin duda alguna, para las parejas es muy dolorosa la ruptura de un vínculo, aunque a veces esto puede dar pie a que surja una relación mejor. Como señaló Hensley: “En el caso de una de cada cinco de las personas encuestadas, el engaño financiero hizo que la pareja se acercara y se comunicara de manera proactiva”.

 

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