Dos funcionarios de la Casa Blanca afirmaron que el gobierno está formulando el plan consciente de que la inflación y los altos precios de las gasolineras están pesando en el ánimo de los votantes antes de las elecciones intermedias de noviembre.
WASHINGTON — Los principales asesores del presidente Joe Biden sopesan si deben o no prohibir nuevas perforaciones de gas y petróleo en las costas estadounidenses, una estrategia que alegraría a los activistas del clima, pero que podría dejar al gobierno vulnerable a las acusaciones de los republicanos de que está exacerbando una crisis energética, mientras los precios de la gasolina se disparan.
Por ley, el Departamento del Interior debe publicar un plan de nuevas licencias de arrendamiento de aguas federales para la explotación de petróleo y gas cada cinco años. Deb Haaland, secretaria del Interior, prometió al Congreso que el proyecto del plan de Biden estaría disponible para el 30 de junio.
Dos funcionarios de la Casa Blanca afirmaron que el gobierno está formulando el plan consciente de que la inflación y los altos precios de las gasolineras están pesando en el ánimo de los votantes antes de las elecciones intermedias de noviembre.
Los funcionarios, quienes hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a divulgar las deliberaciones, comentaron que Bruce Reed, subjefe del gabinete, dirige los debates sobre si se deben permitir o no las perforaciones, así como dónde deben hacerse, y que también participan el jefe de gabinete, Ron Klain, y el asesor veterano Steve Ricchetti.
“El gobierno de Biden está pasando por un momento difícil”, afirmó Sara Rollet Gosman, profesora de Derecho Ambiental y Energético de la Universidad de Arkansas. “Si el Departamento del Interior decide eliminar los contratos de arrendamiento de zonas en altamar u ofrecer solo unos cuantas, hará lo correcto por el clima. Pero también dará pie a que las empresas de combustibles fósiles argumenten que al presidente Biden no le importa el incremento de precios de la gasolina”.
Varias personas familiarizadas con la toma de decisiones del gobierno dijeron que es probable que se bloqueen las perforaciones nuevas en los océanos Atlántico y Pacífico ante la amplia oposición bipartidista de los miembros del Congreso y los líderes de los estados costeros. En el este del golfo de México no se han permitido las perforaciones desde 1995.
Todavía se analiza la posibilidad de seguir autorizando el arrendamiento de partes del océano Ártico, así como de zonas en el oeste y el centro del golfo de México.
Durante su campaña a la presidencia, Biden se comprometió a poner fin a las nuevas perforaciones en terrenos públicos y en aguas federales. Los activistas medioambientales sostienen que las perforaciones en altamar no tienen cabida en un futuro de energías limpias. Insisten en que el gobierno debe prohibir las perforaciones en toda la plataforma continental exterior para reducir la contribución de Estados Unidos al cambio climático.
“Hemos sido muy claros en nuestras conversaciones con el Departamento del Interior respecto a que esperamos que el presidente mantenga su compromiso de campaña de poner fin a los nuevos arrendamientos”, dijo Diane Hoskins, directora de campaña de Oceana, una organización de defensa del medioambiente.
Las áreas disponibles para arrendamiento conforme al proyecto se podrán subastar en 2027. Pueden pasar años entre la concesión de un arrendamiento y la producción de gas o petróleo de la perforación en altamar.
A pesar de ello, la industria de los combustibles fósiles y los republicanos culpan de los altos precios de la gasolina al gobierno de Biden, al que acusan de ralentizar la producción de combustibles fósiles.
Los republicanos afirman que el gobierno está tratando de hacer las dos cosas.
“El gobierno no puede fingir que apoya la producción de petróleo y gas mientras hace todo lo posible para frenar y bloquear la expansión de la producción en terrenos públicas”, dijo el senador republicano de Wyoming John Barrasso en una reciente audiencia en la que él y otros interrogaron a Haaland sobre el plan quinquenal.
Se espera que el proyecto de plan quinquenal para el Programa Nacional de Arrendamiento de Petróleo y Gas de la Plataforma Continental Exterior incluya varias opciones, incluida una “alternativa de no acción”, es decir, no ofrecer ningún nuevo permiso de arrendamiento, lo que ya ha ocurrido en el pasado.
Melissa Schwartz, vocera del Departamento del Interior, declinó hacer comentarios sobre las deliberaciones internas y dijo que aún no se han tomado decisiones definitivas.
“El departamento está trabajando arduamente para desarrollar el plan quinquenal. No tengo ninguna actualización sobre el plazo”, declaró Schwartz.
Una vez que la Oficina de Administración de Energía Oceánica del Departamento del Interior publique el plan quinquenal, se someterá a un periodo de comentarios públicos para ultimarlo. Los anteriores presidentes han utilizado el plan tanto para abrir la puerta al desarrollo incontrolado como para cerrarla de golpe e impedir nuevas perforaciones.
El presidente Barack Obama prohibió las perforaciones en partes de los mares de Beaufort y Chukchi del océano Ártico, pero después invocó una oscura disposición de una ley de 1953, la Ley de Tierras de la Plataforma Continental Exterior, para prohibir también las perforaciones en zonas de la costa atlántica.
El presidente Donald Trump intentó abrir todas las aguas costeras de Estados Unidos a la perforación para extraer petróleo y gas, incluidas las zonas protegidas por el gobierno de Obama.
Pero al final de su gestión y bajo la intensa presión de los republicanos de Florida que temían que las perforaciones perjudicaran al turismo, Trump firmó una orden ejecutiva que prohibió las perforaciones durante 10 años en las costas de Florida, Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte.
El plan general de Trump nunca se concretó. Haaland ha explicado a los legisladores que el gobierno de Trump dejó de trabajar en un plan quinquenal en 2018 y que “diversos litigios en conflicto” contribuyeron a los retrasos.