La turbulencia política en Venezuela repercutió en un fuerte incremento en solicitudes de asilo de nacionales de ese país en Panamá, Costa Rica y México, según un informe presentado este martes
El estudio sobre flujos migratorios elaborado por la OEA y la Organización Internacional sobre las Migraciones (OIM) indica que en México, las solicitudes de refugio de venezolanos pasó de 139 en todo el año 2016 a 331 en el primer semestre de este año.
En el caso de Costa Rica, de 200 solicitudes de asilo de venezolanos en 2015, pasó a 1.423 en 2016 y se espera que alcance 2.600 este año, según proyecciones de la Dirección General de Migración y Extranjería costarricense, citados por el informe.
Por su lado, Panamá en 2016 otorgó asilo a 4.615 personas del país suramericano, pero ese monto creció a 12.756 en el primer semestre de este año, de acuerdo con datos aportados por el Servicio Nacional de Migración panameño.
El estudio fue presentado en un foro sobre flujos migratorios que congregará en San José, durante dos días, a vicecancilleres y autoridades migratorias de Latinoamérica yel Caribe.
La salida de venezolanos hacia otros países del continente indica una corriente migratoria reciente, que en el pasado ha tenido otros orígenes, principalmente cubanos y haitianos, de acuerdo con el estudio.
La región también es zona de paso para migrantes africanos y asiáticos que intentan llegar a Estados Unidos o Canadá.
Destaca el informe que la población migrante en las Américas aumentó 78% entre 1990 y 2013, al pasar de 34 millones a 61 millones en ese período, superior al promedio mundial, que creció 42%.
Laura Thompson, directora adjunta de la OIM, señaló que las corrientes migratorias en las Américas tienen una particularidad: 94% se mueve de sur a norte y tiene como principal destino Estados Unidos y Canadá.
Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, advirtió del surgimiento de tendencias xenofóbicas y odio a los migrantes en los países que más reciben extranjeros.
“La creciente inmigración en los países de América Latina y el Caribe se debió, esencialmente a la migración intrarregional; sin embargo, la inmigración proveniente de afuera de las Américas también aumentó de 12% a lo largo del periodo 2010-2013”, destaca el estudio.