El presidente Donald Trump amenazó el jueves con retirar la ayuda a Puerto Rico, un territorio estadounidense devastado por dos huracanes seguidos, lo que provocó la airada respuesta de la alcaldesa de la capital San Juan, quien lo tachó de “incapaz”
“¡No podemos mantener a la FEMA (la agencia federal de gestión de emergencias), los militares y los socorristas, que han sido increíbles (en las circunstancias más difíciles) en Puerto Rico para siempre!”, tuiteó el mandatario.
“La electricidad y toda la infraestructura eran un desastre antes de los huracanes. El Congreso decidirá cuánto gastar…”, agregó.
Puerto Rico, una isla en el Caribe de 3,4 millones de habitantes hispanoparlantes, pero ciudadanos estadounidenses, ya sufría una profunda crisis financiera antes del embate de los huracanes Irma y María el mes pasado.
Ahora, además de lidiar con una colosal deuda, que lo llevó a declararse en bancarrota en mayo, enfrenta la destrucción total de su sistema eléctrico, problemas de suministro de agua potable y el colapso de sus telecomunicaciones.
Tres semanas después de María, 5.600 personas siguen viviendo en refugios, apenas 17% de los abonados tienen electricidad y sólo 64% acceden a agua potable, agravando los riesgos sanitarios.
Carmen Yulín Cruz, la alcaldesa de la capital San Juan, en primera línea entre los que acusan a Trump de haber abandonado a los puertorriqueños, respondió furiosamente al presidente.