Una fundación que promueve el fortalecimiento democrático de Panamá ve el decomiso – o adjudicación al Estado – sin condena de bienes producto de actos ilícitos como una vía para contrarrestar la infiltración del crimen organizado en el sector privado del país que, según un estudio de una ONG global, es “profunda”, informó la agencia EFE.
Panamá carece de una ley de extinción de dominio aunque tiene otras normativas que apuntan a los bienes producto de ilícitos pero que no dan frutos, como denuncian activistas y han reconocido las propias autoridades de seguridad.
“Hay muchas leyes pero creo que hay que ir un paso más allá”, dijo a EFE la vicepresidenta y cofundadora de la Fundación Espacio Cívico, Leah de Boersner, al explicar que la ONG estudia “el comiso no penal como opción” para desincentivar la participación del sector privado en el crimen organizado.
Según un índice mundial elaborado por la ONG Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC), el sector privado de Panamá enfrenta una “influencia profunda” de la criminalidad organizada.
Entre otros, el índice mundial de la GI-TOC mide a cinco “actores criminales”, entre ellos los “actores del sector privado”, en una escala del uno al 10.
De este modo, uno representa una influencia casi inexistente y 10 una profunda.
Los “actores del sector privado” de Panamá aparecen con una puntuación de 8.5 o una “influencia profunda” de la criminalidad organizada.
Es la más elevada de Centroamérica, donde le siguen Honduras con ocho puntos, Guatemala y Costa Rica, ambos con seis puntos; El Salvador con 4.5, y Nicaragua con cuatro.
El Índice Mundial de Criminalidad Organizada 2023 de la GI-TOC “revela el continuo aumento de la delincuencia organizada a nivel mundial, con un 83% de la población mundial viviendo en condiciones de alta criminalidad”, y que “la participación del
Estado en la delincuencia sigue siendo la fuerza más omnipresente que impulsa” este fenómeno.
“No existe un solo espacio en nuestra sociedad que no esté infiltrado por la criminalidad organizada”, que es un fenómeno marcado por la “desinformación”, dijo a EFE Edgardo Sandoval Ramsey, coordinador regional para Centroamérica de la GI-TOC.
Pero lo importante “es saber cuáles son los espacios más vulnerables de este fenómeno y poder contrarrestarlos de manera inmediata”, y para ello se necesita información y acceso a ella, añadió.