Advierte que “la cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses fundamentales de China y la primera línea roja que no se debe cruzar” en las relaciones entre Pekín y Washington
China ha anunciado este viernes sanciones contra 20 empresas estadunidenses relacionadas con el sector de Defensa, entre las que figura Boeing, y contra 10 altos directivos por “participar en el suministro de armas a Taiwán durante los últimos años”, informó la agencia EFE.
En un comunicado publicado en su página web oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores confirma las sanciones, vigentes a partir de este viernes, contra empresas del país norteamericano como Boeing, Northrop Grumman Systems, L3Harris o VSE.
La Cancillería advierte en otro texto de que “la cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses fundamentales de China y la primera línea roja que no se debe cruzar” en las relaciones entre Pekín y Washington.

Según el anuncio, las medidas se adoptan con base en la Ley de Sanciones Extranjeras de China y afectan tanto a compañías consideradas implicadas en ventas de armamento o servicios militares a Taiwán como a directivos a los que Pekín atribuye responsabilidad directa en esas operaciones.
Entre otras cuestiones, se prohíbe realizar nuevas inversiones en China, se restringe la cooperación con entidades chinas y se congelan activos que pudieran encontrarse bajo jurisdicción del país asiático.
El Ministerio de Asuntos Exteriores no ha detallado el alcance económico de las medidas ni el volumen de operaciones de las empresas afectadas en el mercado chino.
El comunicado insiste en que China “seguirá adoptando medidas firmes y contundentes” para “proteger su soberanía, su seguridad y su integridad territorial”.
El anuncio de sanciones se produce en un contexto de creciente tensión entre ambas potencias por Taiwán, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, firmara recientemente la Ley de Autorización de Defensa Nacional para el ejercicio fiscal del 2026, que contempla alrededor de $1,000 millones destinados a iniciativas de cooperación en seguridad con la isla y refuerza el marco legal para futuras ventas de armamento a Taipéi.
China considera a Taiwán parte de su territorio y no ha descartado el uso de la fuerza para lograr lo que considera una reunificación, postura rechazada por el Gobierno taiwanés, que sostiene que solo los habitantes de la isla pueden decidir su futuro político.
Estados Unidos, por su parte, no mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, pero es su principal proveedor de armas y mantiene una política de ambigüedad estratégica sobre una eventual intervención en caso de conflicto.
