El vestido me prometió algo que los médicos no podían

El vestido me prometió algo que los médicos no podían

Aunque los médicos no podían precisar lo que me ocurría, estaba tan alarmada por mis síntomas y las más graves conjeturas de los especialistas que me inquietaba si tendría un futuro o no. Tenía 27 años. El vestido era negro, con botones brillantes en las muñecas y un gran lazo en la espalda. Le dije…