Portugal da un primer paso hacia la legalización de la eutanasia

Portugal da un primer paso hacia la legalización de la eutanasia
Manifestaciones contra la eutanasia en Portugal. Foto: AFP.

Mientras los parlamentarios debatían, varias organizaciones contrarias a esta medida protestaban en la calle. “Sí a la vida, no a la muerte”, proclamaban.

 

El Parlamento portugués adoptó el jueves por la noche en primera lectura cinco proyectos de ley a favor de la despenalización de la eutanasia que podrán ser definitivamente aprobados por los diputados en los meses venideros.

El texto, presentado por el Partido Socialista (PS) en el poder y que se centraba en “las condiciones especiales para la práctica de la eutanasia no punible”, fue aprobado por 127 votos a favor, 86 en contra y diez abstenciones en el Parlamento, compuesto por 230 escaños.

El resto de proyectos de ley, presentados por el Bloque de Izquierda (extrema izquierda), el partido animalista PAN, los Verdes y un diputado liberal, también fueron adoptados.

“Poner ante un juez a alguien que ayuda a un paciente que sufre una enfermedad incurable es una forma de intolerancia”, dijo la diputada socialista Isabel Moreira durante el debate.

Mientras los parlamentarios debatían, varias organizaciones contrarias a esta medida protestaban en la calle. “Sí a la vida, no a la muerte”, proclamaban.

“El tema de la eutanasia define el tipo de sociedad en la que queremos vivir: una que cure o una que proponga la muerte”, decía Afonso Virtuoso, abogado de 23 años.

En mayo de 2018, el Parlamento portugués rechazó por una mínima mayoría de cinco votos varios textos sobre esta cuestión. La formación socialista ganó peso en las elecciones legislativas de octubre pasado, lo que hizo que la balanza se inclinara a favor de una nueva ley.

– Un presidente conservador –

En cambio, la Iglesia católica, ampliamente mayoritaria en Portugal, las organizaciones representativas de médicos y enfermeros, así como el Consejo Nacional de Ética para las Ciencias de la Vida, un órgano consultivo independiente relacionado con el Parlamento, se opusieron a estos proyectos de ley, que contemplan que los tratamientos se suspendan en algunos casos desesperados.

Las propuestas adoptadas en primera lectura serán ahora fusionadas en un solo texto de cara a la votación final, antes del verano (boreal). Esta ley será sometida después a la firma del presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa.

El jefe de Estado no ha expresado abiertamente su posición respecto al tema pero, como ferviente católico, podría interponer un veto, que sería sin embargo anulado en una segunda votación de los diputados. También podría enviarlo al Tribunal Constitucional para que este juzgue si esta nueva normativa está conforme a la ley fundamental del país.

– “Referéndum de iniciativa popular” –

Si este proceso legislativo llega a buen término, Portugal se convertirá en el cuarto país europeo que legaliza la eutanasia, después de Bélgica, Luxemburgo y Holanda.

En la vecina España, el gobierno socialista obtuvo la semana pasada el visto bueno de la Cámara de Diputados para examinar un proyecto de ley que reconoce el derecho a la eutanasia bajo estrictas condiciones.

En Portugal, al contrario de lo que sucedió en 2018, la Iglesia católica defendía que se organizara un referéndum para consultar a la población, ya que está convencida de que la mayoría rechazará la eutanasia.

Aunque esta iniciativa seguramente no logrará suficientes apoyos en el Parlamento, “el referéndum es nuestra única posibilidad para frenar esta ley”, admite a la AFP José Seabra Duque, católico practicante y miembro de la dirección de la Federación portuguesa para la vida.

Esta plataforma, que reúne a una veintena de asociaciones conservadoras, ya recogió cerca de los dos tercios de las 60.000 firmas necesarias para exigir que los diputados se pronuncien sobre un “referéndum de iniciativa popular” sobre la cuestión. Esta petición puede realizarse hasta la adopción final de la ley.

En el sondeo más reciente sobre el tema, de 2017, un 46,1% de las personas interrogadas se dijo favorable a la eutanasia y un 27,4% mostró su oposición. Pero un 44,1% de los encuestados consideró entonces que era necesario celebrar un referéndum, frente al 32,7% que opinaba lo contrario.

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