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Biodegradable no es eso que piensas

Biodegradable no es eso que piensas
Los plásticos están hechos a partir de combustibles fósiles, aun así, elegir productos cuyo empaque afirma que es “biodegradable” o “compostable” podría significar que se descompone solo bajo condiciones especiales y podría complicar los esfuerzos para reciclar. Foto: Claire O'Neill/The New York Times

Te preocupas por el planeta y te gustaría evitar utilizar botellas y otros productos elaborados con plástico de un solo uso. Pero es complicado. Elegir productos con un empaque que asegura ser “biodegradable” o “compostable” podría significar que estos se descomponen solo bajo condiciones especiales, lo cual a su vez podría complicar los esfuerzos para reciclar, dijo Jason Locklin, director del Instituto de Materiales Nuevos de la Universidad de Georgia. “Es tremendamente confuso, no solo para el consumidor, sino incluso para muchos científicos”, afirmó.

Un informe realizado por la firma de investigación de mercados Mintel Group indicó que el 34 por ciento de los consumidores dijeron que pagarían más por el agua si viniera en botellas que fueran un 100 por ciento biodegradables.

“Existe un lugar para los materiales biodegradables”, dijo Jenna Jambeck, profesora de Ingeniería Ambiental en la Universidad de Georgia. Sin embargo, a ella le preocupan las consecuencias de desarrollar productos que parezcan amigables con el ambiente sin planear cómo disponer de ellos y su reciclaje. “Tienes que pensar sobre el fin de la vida útil cuando estás diseñando objetos”, dijo. En última instancia, mencionó Jambeck, “lo mejor que puedes hacer ambientalmente es no crear ningún desperdicio desde un inicio”.

A continuación, cuatro ejemplos de los tipos de productos que podrías ver en anaqueles o en el mostrador para llevar.

Plástico de almidón de maíz

No está hecho a base de petróleo. Sin embargo, en el tiradero de basura, puede ser igual de malo.

Los artículos de los servicios de comida elaborados con ácido poliláctico, o PLA, incluyen botellas, cubiertos desechables, películas de plástico, algunas bolsas del supermercado y otros productos. Lucen como el plástico hecho con petróleo, pero el PLA usualmente se fabrica a base de almidón de maíz, aunque puede provenir de otras plantas, como la remolacha, la yuca y la caña de azúcar.

Las etiquetas en los productos elaborados con PLA a menudo los describen como compostables. Sin embargo, eso no significa que simplemente puedas arrojarlos en la pila de composta en tu patio trasero, si tienes una. Para degradarla de manera adecuada, tienen que ser enviados a instalaciones comerciales de composta.

El proceso de la composta industrial involucra un calor muy elevado y humedad controlada con precisión, entre otras condiciones, y no está disponible en muchas partes de Estados Unidos. Lo peor es que los productos de PLA lucen lo suficientemente parecidos a las botellas de plástico reciclables regulares, las cuales están fabricadas con el plástico de uso más común, conocido como PET, por lo que pueden confundirse en la planta de reciclaje, y quizá contaminen la línea de reciclaje.

Además, si tu basura de PLA termina en un tiradero, estará ahí durante un tiempo muy largo, porque es poco probable que sea expuesto a las condiciones que ayudarían a descomponerlo.

Los plásticos se fabrican a partir de combustibles fósiles, pero la elección de productos con envases que afirmen ser “biodegradables” o “compostables” podría significar que se degradan solo en condiciones especiales y podría complicar los esfuerzos de reciclaje. Foto: Claire OÕNeill / The New York Times

Papel (cuando es solo papel)

Lo que cuenta es lo que está en el interior.

De manera similar a la iniciativa de algunos restaurantes de remplazar los popotes de plástico con los de papel, las botellas de papel son consideradas como una opción posible para sustituir a las de plástico. Porque pueden ser hechas con materiales sustentables y renovables (¡de los árboles!), las botellas de papel están llamando la atención de grandes compañías. Coca-Cola, Carlsberg y la empresa fabricante de vodka Absolut están explorando la idea con Paper Bottle Co.

El papel, por supuesto, es reciclable —mientras sea solo papel—. Sin embargo, las botellas y los contenedores a base de papel tienden a estar hechos con varias capas de otros materiales además del papel, incluyendo plástico o papel aluminio para formar barreras. El sitio web de un fabricante de botellas de papel califica la biodegradabilidad al 100 por ciento como una “meta”.

De manera hipotética, podrías retirar las capas y reciclar el papel, ¿pero quién va a hacer eso realmente?

Tazones de fibra

Lucen compostables, pero podrían acabar en el tiradero de todas maneras.

Algunos restaurantes de comida rápida-informal usan tazones diseñados y comercializados para ser compostables. Están elaborados con bagazo, una fibra producida como residuo de los molinos de caña de azúcar.

Sweetgreen, por ejemplo, puso el mensaje en un eslogan de hace tiempo: “Nada del interior de Sweetgreen va al tiradero”. Sin embargo, alcanzar los niveles actuales de compostabilidad ha sido una lucha para Sweetgreen y Chipotle, cuyos tazones previos resultaron contener sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por su sigla en inglés), una familia de químicos vinculados con el cáncer que pueden permanecer en el ambiente incluso después de que el tazón ha sido incorporado a la composta.

Solucionaron el problema. No obstante, aunque tu tazón sea compostable, si no haces una composta en casa tienes que tirarlo en un contenedor dedicado a los materiales compostables en el restaurante o usar un servicio de composta.

No lo pongas en el cesto de lo reciclable: los materiales que vienen contaminados con alimentos son rechazados por los recicladores. Además, tirar el tazón en un bote de basura en la oficina o en casa significa que es probable que su destino de todas maneras sea un tiradero.

Bioplástico producido por bacterias

Prometedor, pero económicamente desafiante.

El PHA, o polihidroxialcanoato, ha sido la más reciente innovación en biodegradabilidad por años. Este bioplástico, que a veces es producido por bacterias, tiene propiedades prometedoras: la investigación indica que puede descomponerse en tiraderos convencionales. En aguas océanicas, se degradará en unos cuantos años, una fracción de los 450 años que le toma al plástico común.

No obstante, producir el material de manera económica ha sido un desafío técnico.

Cove, una compañía de agua embotellada, dice que está a punto de lanzar su producto en contenedores elaborados con PHA. La compañía que suministra el bioplástico a Cove, RWDC Industries, empezó a comercializar popotes elaborados con ese material desde el año pasado en Singapur, donde la compañía tiene su sede.

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