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Iba a empezar el trabajo de parto. Pero tenía que terminar su examen de la barra.

Iba a empezar el trabajo de parto. Pero tenía que terminar su examen de la barra.
Brianna Hill dio a luz a Cassius Phillip Hill Andrew entre dos de las secciones del examen de la barra. Foto: Cortesía de Brianna Hill

Cuando Brianna Hill, una egresada reciente de la carrera de Derecho en Chicago, sintió lo que le pareció la ruptura del saco amniótico mientras hacía el examen de la barra en la oficina de su domicilio el 5 de octubre, no se levantó de la silla.

Sabía que, si se movía fuera del campo visual del supervisor operado por inteligencia artificial, podía quedar descalificada. En ese caso, tendría que esperar hasta el mes de febrero para hacer de nuevo el examen para el que había estudiado cuatro meses.

Así que siguió escribiendo un argumento legal y se dirigió al hospital después de concluir las dos secciones del examen en línea correspondientes al primer día. El 6 de octubre, menos de 24 horas después de haber parido a su hijo, completó las últimas secciones en la mesa de una cama de hospital.

Muchos han elogiado la determinación de Hill. Sin embargo, algunos estudiantes de Derecho consideran que su historia pone de relieve problemas existentes desde hace tiempo en torno al mecanismo para el examen de la barra y las fechas en que debe hacerse, los cuales se han visto amplificados por la pandemia.

Al igual que Hill describió su batalla para desconectar su mente de las contracciones, otros examinandos relataron cómo lidiaron con otros factores generadores de estrés mientras hacían el examen, entre ellos la imposibilidad de ir al baño y que el software de reconocimiento facial no los reconoció.

“Es una historia de total heroísmo, pero de un heroísmo surgido debido a una desigualdad estructural extrema en la profesión jurídica y la apatía general hacia aquellos de nosotros que estamos a punto de iniciar nuestra carrera”, comentó Pilar M.H. Escontrías, cofundadora de United for Diploma Privilege, una organización cuyo propósito declarado es cambiar la forma en que se administra el examen de la barra para lograr que sea un proceso más humano.

La Conferencia Nacional de Examinadores de Abogados (NCBE por su sigla en inglés) afirma que las normas para hacer exámenes en línea, como prohibirles a los examinandos salir del campo visual de la cámara de su computadora durante las cuatro secciones de 90 minutos, se diseñaron para evitar trampas. Se da un descanso de 30 minutos entre las secciones de cada día, y estas son más cortas que las sesiones normales para los exámenes presenciales. Una vocera indicó que los problemas técnicos que aparecieron hace poco durante las pruebas a distancia se encuentran en revisión.

Cuando Hill se graduó en mayo de la facultad de Derecho de la Universidad Loyola, campus Chicago, el examen de la barra de Illinois estaba programado para el 28 de julio. Melissa A. Hale, directora del departamento de la facultad a cargo de preparar a los alumnos para el examen de la barra, explicó que, aunque muchos estados mantuvieron esa fecha, la mayoría lo pospuso en dos ocasiones y más tarde decidieron hacerlo en línea debido a la pandemia (en la mayoría de los estados solo se abren dos fechas al año para hacer el examen de la barra).

Cuando Hill se enteró de que las fechas programadas eran el 5 y el 6 de octubre, hizo sus cálculos. Esos días solo le daban dos semanas de margen antes de su fecha probable de alumbramiento, el 19 de octubre. No había forma de saber cuándo entraría en trabajo de parto; lo que sí parecía muy probable era que, a las 38 semanas de embarazo, necesitaría más descansos para ir al baño. Relató que les había enviado un correo electrónico a los examinadores de la barra de Illinois para solicitar algún tipo de dispensa, pero negaron su solicitud.

Hill dijo que llevaba sentada en la oficina de su casa unos 45 minutos de la primera sección del examen, cuando sintió algo.

“Pensé, de verdad espero que no se haya roto la bolsa amniótica”, dijo. Cuando se levantó, unos 45 minutos más tarde, no le quedó duda de que justo eso había pasado. Sabía que tenía un descanso de 30 minutos antes de la segunda sección, así que llamó a sus parteras al Centro Médico West Suburban de Oak Park, Illinois.

Le aseguraron que no tenía que ir al hospital en ese momento, así que Hill ingresó a la segunda parte del examen.

Las contracciones de Hill comenzaron poco después de empezada la segunda sección. Después de terminar, devoró medio pollo rostizado y luego su esposo, Cameron Andrew, la llevó al hospital. Apenas pasadas las 10 de la noche, después de un trabajo de parto que le pareció de unas tres horas en el hospital, nació Cassius Phillip Hill Andrew.

Estaba encantada. También estaba decidida a terminar su examen.

A la mañana siguiente, casi sin haber dormido, Hill le entregó el bebé dormido a su esposo. Desde la mesa deslizable de una cama de hospital en una habitación cercana que estaba vacía, completó las dos secciones finales del examen. Durante el descanso de 30 minutos, amamantó a su hijo.

Las penurias de Hill captaron la atención de los usuarios de las redes sociales, y desde entonces han circulado historias de horror sobre la experiencia de otras personas durante el examen de la barra. Hill se enteró de que no había sido la primera mujer cuyo trabajo de parto comenzó durante el examen de la barra, aunque nadie había escuchado que una mujer diera a luz a la mitad del examen.

En cuanto a Hill, no sabrá si pasó el examen hasta diciembre. Eso sí, se muestra optimista pues dice que la adrenalina le ayudó a compensar la falta de sueño.

“No me arrepiento de nada”, dijo.

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