Murió Giscard, el presidente que trajo vientos de cambio a Francia

Murió  Giscard, el presidente que trajo vientos de cambio a Francia
En esta foto de archivo del 20 de junio de 2019, el expresidente francés Valery Giscard d'Estaing aplaude en la conferencia del 50 aniversario de la elección de Georges Pompidou a la Presidencia de la República "Con Georges Pompidou, piense Francia: herencias y perspectivas "en París. Foto: AFP

Era adepto del liberalismo económico, un proeuropeo convencido y defensor de una mayor integración.

El expresidente Valery Giscard d’Estaing, quien falleció este miércoles por la noche como consecuencia del covid-19 a los 94 años, trajo vientos de cambio a la política francesa y rompió con el conservadurismo que dominó después de la Segunda Guerra Mundial.

“Su estado de salud se había deteriorado y falleció como consecuencia del covid 19”, afirmó su familia en un comunicado transmitido a AFP. “Por expreso deseo suyo, el funeral se llevará a cabo en la más estricta intimidad familiar”, añade.

Elegido a la presidencia a los 48 años, el líder centrista, conocido por la mayoría de los franceses simplemente como Giscard o VGE, emprendió rápidamente una serie de reformas radicales: legalizó el aborto, liberalizó el divorcio y redujo la edad para votar a 18 años.

Cuando fue elegido en 1974 para un mandato de siete años, Giscard d’Estaing era el presidente más joven votado en el país y trajo consigo un estilo inédito para la época, más relajado que el de sus predecesores Charles de Gaulle y Georges Pompidou.

Se le veía en público jugando al fútbol o tocando el acordeón; también recibía a los empleados de recogida de basura para desayunar y se invitaba a cenar en casa de ciudadanos de a pie.

Era adepto del liberalismo económico, un proeuropeo convencido y defensor de una mayor integración.

Fue por iniciativa suya que los líderes de los países más ricos del mundo se reunieran por primera vez en 1975, un evento que se convirtió en la cumbre del G7.

– Élite francesa –
Nacido en una familia acomodada el 2 de febrero de 1926, Valery Giscard d’Estaing formaba parte de la élite francesa.

Alto y esbelto, con un estilo elegante y aristocrático, estudió en las prestigiosas Escuela Politécnica de Francia y en la Escuela Nacional de Administración.

Como soldado, participó en la liberación de París durante la Segunda Guerra Mundial que puso fin a la ocupación de los nazis en 1944 y más tarde sirvió durante ocho meses en Alemania y Austria en el período previo a la capitulación del Tercer Reich.

Se lanzó a la política en 1959 y se convirtió en ministro de Finanzas en 1969.

En 1966 fundó el Partido Republicano Independiente, que con el tiempo se convirtió en la Unión para la Democracia Francesa (UDF), una formación de partidos de centroderecha.

Se convirtió en el líder de centroderecha en el período previo a su elección en 1974.

Durante sus siete años en el poder, Giscard lanzó proyectos de modernización de infraestructura de gran alcance, como el tren de alta velocidad TGV, y comprometió a Francia con la energía nuclear.

También forjó una poderosa alianza franco-alemana con el canciller socialdemócrata Helmut Schmidt, con quien encabezó la Unión Económica y Monetaria Europea que sentó las bases para la moneda única.

– El escándalo del diamante –
Pero su mandato también se vio afectado por el choque petrolero de la década de 1970, el aumento del desempleo y la inflación.

Su reputación se vio empañada por las afirmaciones en 1979 de que había recibido personalmente diamantes, mientras era ministro de Finanzas, del dictador de la República Centroafricana Jean-Bedel Bokassa.

A pesar de que lo desmintió, el escándalo ensombreció su candidatura para un segundo mandato, que perdió ante el socialista François Mitterrand en 1981 por más de un millón de votos.

Fue un golpe para Giscard, que escribió en 2006: “Lo que siento no es una humillación sino algo más grave: frustración por un trabajo inacabado”. Sin embargo, permaneció activo en la política y obtuvo un escaño en el parlamento francés.

También fue diputado europeo (1989-1993) y en 2001 fue seleccionado por los líderes europeos para dirigir los trabajos sobre el tratado constitucional del bloque, que fue rechazado por el 55% de los votantes franceses.

En 2004, tras perder su escaño legislativo, puso fin a su carrera política.

Al jubilarse, adquirió una gran afición por escribir novelas picantes, entre ellas “La princesa y el presidente”, en el que imagina un idilio con la difunta princesa Diana de Gales.

En 2003 se convirtió en el primer ex jefe de Estado en ser nombrado para la Academia Francesa, reservada a la élite literaria del país.

Fue objeto en mayo pasado de una investigación por presunta agresión sexual después de que una periodista alemana se quejara de que le había tocado las nalgas durante una entrevista. El expresidente debía prestar declaración ante los investigadores en las próximas semanas.

 

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