Aquí en Panamá, un promedio de cincuenta productores abandonan sus tierras cada año, porque el sustento no les alcanza para cubrir los gastos. Nuestro medio ambiente está totalmente comprometido, y una causa importante es la producción industrial de alimentos.
Los movimientos de alimentación saludable intentan recuperar el control de dónde proviene nuestra comida y rescatar el poder de alimentarnos a nosotros mismos y a nuestra comunidad con productos sanos. No estamos de acuerdo que un grupo de grandes fabricantes industriales sean responsable de la mayoría de los alimentos que comemos. Simplemente, eso no debería ser. Debemos recobrar el control y el poder de la comida que comemos.
Aquí en Panamá, un promedio de cincuenta productores abandonan sus tierras cada año, porque el sustento no les alcanza para cubrir los gastos. Nuestro medio ambiente está totalmente comprometido, y una causa importante es la producción industrial de alimentos. Estamos lejos de entender de dónde proviene nuestra comida, cómo se cultiva y cómo cocinarla. Los alimentos son una necesidad humana básica y para funcionar necesitamos comer y alimentarnos bien. Y no podemos hacerlo a menos que reconozcamos y comprendamos qué es la buena comida.
Por eso, los movimientos de alimentación saludable en el mundo entero luchan hoy para llevar el tema de los alimentos a un punto desde donde podamos crear sistemas de producción compatibles con el medio ambiente y respetuosos con la salud de la población. Esto significa, un sistema alimentario basado en tener tierra sana para producir comida saludable.
La primera prioridad de un movimiento de alimentación saludable es procurar que las personas coman bien y no se enfermen. Sabemos que los mejores estudiantes y los trabajadores más productivos son los que comen nutritivamente. Lo que comemos afecta cómo nos sentimos física y emocionalmente. Y sin duda la forma en que se cultivan y procesan los alimentos tiene un impacto en la salud mental de quienes los comen.
Es decir, el principal objetivo de un movimiento de alimentación saludable es, precisamente, la salud de la población. Las personas cuando comienzan a comer mejor y conducen su mirada a la solución de los problemas de salud, inmediatamente ponen freno a la tendencia ascendente de muertes que ocurren por enfermedades relacionadas con nuestras dietas y que representan actualmente la principal causa de mortalidad: hipertensión, colesterol alto, diabetes, cáncer, tumores y obesidad. Dos de tres personas adultas en Panamá, sufren de obesidad o sobrepeso, lo cual es una verdadera epidemia casi convertida en pandemia.
Los movimientos de alimentación saludable están vinculados también con producir buena comida y crear buenas comunidades. Al tener acceso a alimentos saludables, se crean los mecanismos y se adquieren las herramientas y el conocimiento para cultivar y cocinar buenos alimentos. Eso no significa que todos estamos obligados a tener un huerto en casa, pero sí que debemos saber cómo crecen los alimentos. Las economías rurales necesitan nuevos impulsores económicos para mejorar su relevancia y competitividad, y nuestras comunidades requieren, igualmente, de nuevas ideas para comprometerse más con el
medio ambiente.
Los panameños necesitamos un movimiento fuerte para impulsar la alimentación saludable, propiciar la educación rural y motivar clases de cocina, además de incentivar la creación de espacios abiertos y huertos en escuelas y barrios. Esto conlleva un diálogo entre todas las áreas de la sociedad para encontrar formas en que todos puedan tener acceso a comida sana. Aquí lo importante es la sensibilización de cómo los alimentos que comemos afectan nuestros cuerpos y de cómo las políticas y la economía juegan un papel en la producción y distribución de alimentos. Al final, lo que se quiere es que todos participen para garantizar en el presente el suministro de alimentos que necesitaremos en el futuro.
Sin duda, tenemos que ser conscientes de que nuestros esfuerzos en esta materia pueden ayudar a recobrar nuestro poder en el campo para que nuestra comida vuelva a ser como antes. Debemos sensibilizar, no solamente a los ciudadanos y consumidores, sino también a gobiernos y grandes corporaciones para que incluyan estos temas en sus agendas. Nuestra población mundial está creciendo rápidamente, y si bien tenemos suficientes alimentos para alimentar a todos en el planeta, no lo producimos saludablemente ni distribuimos adecuadamente.
Por eso, cuando pensemos en lo que es un movimiento de alimentación saludable, véanlo como una idea que es justo y necesario para nuestra subsistencia. Y véanlo desde la óptica de los principios básicos que suponen que los alimentos son fuente de vida y solución de la mayoría de los problemas que existen hoy día.
Muy interesante artículo.
Un llamado al empoderamiento nutricional