Coto, 100 años después...

Coto, 100 años después...

El 21 de febrero de 1921, Costa Rica pretendió tomar el poblado de Coto (corregimiento de Alanje en esa fecha), bajo su jurisdicción, basado en el Fallo White de 1914 y eso originó la Guerra de Coto.

Introducción
El miércoles 22 de febrero del 2017, fui invitado por nuestra gran historiadora Milagros Sánchez Pinzón,  a un encuentro un poco álgido. Una delegación de costarricenses quería tener un conversatorio con un grupo de panameños.

Los profesores Alonso Rodríguez Chaves y Christian Ocampo Hernández,  de la Universidad Estatal a Distancia, Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades, del Centro Universitario Neilly, escogieron la comunidad de Alanje, para exponer sobre lo que ellos llamaron: “Guerra del Coto….La Guerra Olvidada”.

Guerra de Coto… no olvidada

Cuando pude hacer uso de la palabra, expuse que para nosotros, se trata de:
“La Guerra de Coto… y que no había sido olvidada”.  Habían pasado 96 años.

Entre los argumentos que esgrimí para demostrar que no la hemos olvidado, cité a don Teodosio Rodríguez y su escrito “45 años después”; al Dr. Carlos Cuestas, al Dr. Belisario Porras, entre otros.

Allí pude conocer a descendientes de los soldados de Coto, entre ellos al profesor Quintero, uno de los familiares del general Manuel Quintero Villarreal. Si ya el tema había sido de interés, porque yo había conocido a algunos de estos soldados de Coto, después de este conversatorio, ese interés aumentó.

Puedo citar de memoria a algunas de esas personas. Teodosio Rodríguez,  Benjamín Pitti,  Alvaro Contreras, Genaro Samaniego, Santiago Anguizola Delgado, Gerardo Herrera Olmos, Manuel Antonio Bonilla, Federico Sagel.

Hay otros, a quienes no conocí en persona, pero que marcaron mucho la vida de este país, en el siglo XX.  Eduardo Morgan, Alfredo Alemán, Manuel Roy, Lorenzo Esquivel Delgado.

Entre los voluntarios que acudieron destacan “Los Trece de Bugaba”. Otros grupos bajaron desde Boquete y Dolega.  Hubo quienes llegaron desde el Oriente Chiricano.  Algunos a caballo, otros a pie.  Unos portaban escopetas, otros revólveres, pero la mayoría blandian machetes.

El grueso de esa fuerza defensora era transportada en los trenes del ferrocarril desde David hasta la estación de La Pita.  La ruta continuaba por los áridos llanos de La Pita, hasta Divalá.  Allá eran atendidos por personas como Harmodio Herrera Olmos, Gregorio Ortiz, José María Aizpurúa y varios más.

Desde Divalá, los voluntarios eran dirigidos hasta Progreso, donde establecieron un gran campamento.  La ruta continuaba por Cuervito, La Cuesta, hasta llegar al teatro de las operaciones,  Pueblo Nuevo de Coto.

Al completar un siglo de ese episodio, insto a los jóvenes para que se interesen en conocer la rica historia panameña.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *