Desde que John Jannuzzi comenzó a beber agua el mes pasado de una botella voluminosa de 2 litros con un popote de plástico que sobresale, ha tomado las medidas necesarias para evitar que ese mamotreto sea visible en Zoom. “Me siento como un bebé”, comentó Januzzi, de 35 años y fundador de Jannuzzi’s Cookies. “Básicamente estoy bebiendo de un vaso entrenador para adultos”.
Pero el otro día, ese trasto enorme se coló en el marco de la cámara de su computadora durante una reunión, lo que llevó a un socio de negocios a preguntarle: “John, ¿qué demonios es esa cosa?”.
“Ehh…”, dijo pensando qué responder, “es mi botella de agua motivacional”.
La botella de la que bebe, todo el santo día, está adornada con horas y mensajes aspiracionales (“11 a. m. — RECUERDA TU META”; “1 p. m. — DALE MÁS TRAGOS” y “7 p. m. — YA CASI”, entre otros), diseñados para hacerlo beber más agua de la que probablemente necesita o más de la que su sed le pide. Tiene una manija de plástico bastante sólida con huellas para los dedos, las cuales te permiten agarrarla bien, como si fueran mancuernas.
Jannuzzi, que vive en Brooklyn, se dio cuenta de que la gente en Instagram publicaba fotografías de sus botellas de agua motivacionales y platicó con algunas personas que dijeron que estar bien hidratados los llevó a mejorar su energía y complexión. Esto lo hizo pensar en sus propios hábitos de hidratación: engulle agua durante y después de sus entrenamientos matutinos, pero no había estado tomando mucho líquido en las horas posteriores, aparte de su tequila con hielo por las noches.
Así que se metió a Amazon e invirtió 40 dólares en dos botellas de agua de dos litros, una para él y otra para su novia, Alex Rush, también de 35 años.
“Cuando abres la caja de Amazon y lo ves, piensas: ‘Esto es enorme, debe ser una broma’”, dijo. “Pero luego de una semana de beber casi un galón al día, mi humor ha mejorado y siento que tengo más claridad”.
Los días rutinarios de Jannuzzi trabajando desde casa están ahora impregnados de la novedad de beber agua a raudales y de las idas frecuentes al baño. “Llevamos un año encerrados. A este punto, con cualquier cosa nueva nos conformamos”, dijo.
Este es un gran momento para la “industria de la hidratación motivacional”, dijo Jason Holloway, de 31 años, un emprendedor en Fort Lauderdale, Florida, quien, junto con Matthew Hernstadt, de 32 años, empezó una compañía llamada HydroMate en 2019.
En ese entonces, Holloway se veía a sí mismo como un tipo H2O viviendo en un mundo de gaseosas. Quería ayudar a inspirar a la gente a beber más agua; a motivarlos a estar tomando todo el día. Holloway dijo que la idea era “crear una botella que haga que el beber agua, y el no querer hacerlo, sea un divertido juego de bebidas que juegas todo el día”.
Con marcas de horas para que los consumidores cumplan su meta y, al lado de estas, mensajes como “TÚ PUEDES” (10 a. m.) y “NADA DE EXCUSAS” (4 p. m.), las botellas HydroMate vienen en presentaciones de 4 litros, 2 litros y 950 mililitros, en una variedad de colores. Los precios varían de 19 a 23 dólares. Pueden colgarse del hombro con correas de equipaje para que bebas en tus trayectos del día.
“Lo he escuchado de muchos clientes: ‘Esta botella es tan grande que no sé cómo le voy a hacer. Es mediodía y apenas he bebido hasta la marca de las 10 de la mañana’”, dijo Holloway. “Pero los pequeños recordatorios amigables de verdad te motivan” (comenta que su compañía ha vendido cientos de miles de botellas, sin duda con la ayuda de las recomendaciones en las redes sociales de Chrissy Teigen, Kaley Cuoco y otras celebridades).
Danielle Prescod, escritora y fundadora de la firma de diversidad, equidad e inclusión 2BG, ama tanto la botella motivacional de 2 litros que compró en Amazon que se ha convertido en una especie de influente del consumo de agua en Instagram.
En enero, Prescod, que vive en Nueva Orleans, comenzó a darse cuenta de que había dejado de tomar muchísima agua ahora que no trabaja en una oficina. Antes de la pandemia, dijo, “Salía de mi oficina, llenaba mi botella de agua e iba al baño muchas veces al día, era parte de mi rutina para interrumpir mi jornada laboral”, señaló. “Pero en la casa, me di cuenta de que bebía menos agua porque estaba menos activa, no había una verdadera hora de la comida, todo el concepto de horarios y rituales había cambiado”.
Sentía que necesitaba recordatorios para seguir bebiendo agua de manera constante, así que buscó “botella de agua motivacional” y realizó su compra de 20 dólares. “Lo publiqué en Instagram, que estaba participando en una competencia de tomar agua aunque solo competía conmigo misma”, contó. “La gente empezó a pedirme el enlace para comprar la botella”.
Prescod, de 32 años, gana comisiones de afiliación por los productos que se compran a través de los enlaces que comparte. Desde el 1 de febrero, dijo que 1200 botellas de agua han sido adquiridas por sus seguidores, los cuales envían fotografías que Prescod ha recopilado en una página de “momentos” de Instagram con la etiqueta “Secta del agua”.
Prescod dijo que fomentar este hábito ayuda a distraer la atención de las malas noticias y el encono político que han marcado el último año. “Creo que la razón por la que se está poniendo tan de moda, es porque es algo saludable. Beber agua no puede ser malo, no puede ser controvertido de ninguna manera”, afirmó (el único inconveniente que ha encontrado es que su hábito puede interferir con la productividad laboral. “Me interrumpe continuamente porque tengo que ir mucho al baño”, confesó).
Llevar una determinada botella de agua ha sido un símbolo de caché cultural en Estados Unidos desde hace tres décadas, afirma Anita Rose, escritora de Virginia, que es una historiadora aficionada de los arcanos de los años 90 y que considera el agua embotellada y las botellas de agua como tótems de la cultura pop.
Desde las botellas de Evian que aparecen desperdigadas en torno a Shelley Long, en la película “La tropa de Beverly Hills” de 1989 pasando por la botella de agua Naya que en la película “Ni idea” de 1995, llevaba el personaje estrella de Alicia Silverstone, Cher, hasta las Hydro Flasks que prefieren las chicas VSCO de hoy en día, “llevar una botella de agua en la mano hace que parezca que estás sano y se ha convertido en un símbolo de estatus”, afirma Rose, de 37 años.
Hay maneras más económicas de impulsar tu hidratación que comprar una botella en Amazon. En agosto, Vandie Barnard, de 30 años, asesor de bienestar y ejercicio en Woodbridge, Virginia, quería empezar a beber más agua. Su esposa, Lakisha Barnard, de 32 años, sugirió que hicieran su propia versión de las botellas de agua que había visto en las redes sociales. Así que fueron al supermercado y compraron botellas de plástico de 4 litros y con una marcador Sharpie escribieron mensajes motivacionales en las botellas como “Empieza bien” y “Sé el mejor”. Todos los días se atascaban de agua y volvían a rellenar la botella.
Esto les ayudó a entrar en el ritual de beber un galón al día. Ahora Barnard está enseñando a sus clientes a adoptar también esta práctica, con sus propias citas inspiradoras escritas en sus botellas. “Ayuda el hecho de que todos estemos en casa, porque tener que llevar esa botella de un lado a otro podría ser una molestia”, dijo. “Pero, incluso, si alguien vuelve a la rutina normal, esto ha ayudado a crear un nuevo hábito y ahora la gente puede aplicar ese éxito a otros hábitos que están tratando de desarrollar”.