También se especula sobre una posible visita de Netanyahu a Estados Unidos.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, se reunió este miércoles en Jerusalén con el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, en la primera visita de un alto funcionario estadounidense desde que se inició el Gobierno de Benjamín Netanyahu y su coalición de extrema derecha.
La llegada de Sullivan precede una posible visita a Israel a finales de mes de Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, en medio de crecientes preocupaciones por parte de autoridades estadounidenses ante las nuevas políticas del Gobierno de Netanyahu, integrado por ministros antiárabes.
También se especula sobre una posible visita de Netanyahu a Estados Unidos.
“Llega en el momento oportuno, cuando afrontamos juntos tantos desafíos. Le doy la bienvenida de todo corazón”, dijo Herzog al funcionario estadounidense, según un comunicado de la oficina de Presidencia.
Ambos celebraron una reunión con la participación de sus asesores, tras la cual mantuvieron una reunión privada.
El encuentro fue “celebrado en un ambiente positivo, hablaron de la sólida asociación entre Israel y los Estados Unidos, como una cuestión interpartidaria e intergubernamental, y de las formas de profundizar la cooperación estratégica”, añadió la misma fuente.
Sullivan transmitió a Herzog los “saludos personales” del presidente estadounidense, Joe Biden, quien no descarta volver a Israel tras su visita el año pasado.
Tras la asunción de Netanyahu en diciembre, Biden le hizo saber que “Estados Unidos seguirá apoyando la solución de dos Estados (al conflicto israelí-palestino) y oponiéndose a las políticas que pongan en peligro su viabilidad”.
Por su parte, Blinken abogó para que el nuevo Gobierno israelí trate de “brindar igualdad de oportunidades, de seguridad, prosperidad y dignidad tanto para israelíes como para palestinos”.
Sin embargo, varios ministros del nuevo Gobierno israelí son conocidos por su retórica racista antiárabe, especialmente el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, defensor de deportar a los palestinos “terroristas”, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, partidario de la mano dura con los palestinos y la anexión de Cisjordania ocupada.
A principios de mes, Ben Gvir realizó una provocadora visita a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes y el primero para los judíos, que lo llaman Monte del Templo.
Según el statu quo vigente desde 1967, cuando Israel ocupó la parte este de Jerusalén donde se ubica la explanada, el recinto está reservado exclusivamente al culto del islam, mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes y rezan en el adyacente Muro de los Lamentos.
Estados Unidos se unió al rechazo internacional de la visita de Ben Gvir a la explanada, y defendió “con firmeza la preservación del ‘statu quo’ de los lugares sagrados de Jerusalén”.
El Gran Rabinato de Israel solo autoriza el rezo a ciertos rabinos en la explanada, pero en los últimos años, muchos de ellos alineados con el movimiento del sionismo religioso han cambiado esa recomendación y abogan por el rezo general en ese lugar.
Este mismo miércoles, Netanyahu se reunió con un grupo bipartidista de senadores estadounidenses, con quienes habló de profundizar los Acuerdos de Abraham, que normalizaron las relaciones de Israel con Emiratos Árabes, Beréin y Marruecos, así como de la amenaza nuclear iraní.