El “Arte Vocabulario Cathecismo Menor y Mayor de la Lengua Moxa” se presentó al Mowlac a mediados del año pasado y a finales de esa gestión esa instancia incorporó al diccionario de lengua moxa de Marbán al registro “Memoria del Mundo”.
Bolivia recibió este miércoles la certificación de “Memoria del Mundo” que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) otorgó a un diccionario de lengua moxa que el jesuita español Pedro Marbán (1647-1713) publicó a comienzos del siglo XVIII.
El acto se efectuó en las instalaciones del Museo de Etnografía y Folklore (Musef) en La Paz, sitio que custodia el documento, y contó con la presencia de la oficial de la Oficina Multipaís de la Unesco, Indira Salazar Martínez, y la presidenta del programa Memoria del Mundo (Mowlac, por sus siglas en inglés), Marilyn Sánchez.
El “Arte Vocabulario Cathecismo Menor y Mayor de la Lengua Moxa” se presentó al Mowlac a mediados del año pasado y a finales de esa gestión esa instancia incorporó al diccionario de lengua moxa de Marbán al registro “Memoria del Mundo”.
Esa declaración también incluye los documentos bolivianos “Fondo Escrituras Públicas de La Plata” y “Relación de los instrumentos que se remiten de estos reinos de España a la América para el nuevo establecimiento de la Casa de Moneda en la Villa Imperial de Potosí, siglo XVIII”.
RIQUEZA DEL DICCIONARIO
El jefe de la unidad de Extensión del Musef, Milton Eyzaguirre, explicó que el diccionario es un elemento para “entender la organización de los sistemas de parentesco, relaciones de género, las construcciones míticas, políticas, agrícolas e hidráulicas” del pueblo moxeño.
El texto está compuesto por el “Arte de la lengua moxa” con 19 capítulos, el vocabulario español-moxeño, el vocabulario moxeño-español y el catecismo que posee diez secciones.
Eyzaguirre precisó que el diccionario se elaboró “aproximadamente en 25 años”, entre 1676, año en el que el jesuita llegó a la llanura de Moxos actualmente ubicada en el departamento amazónico de Beni, y 1701, cuando se le concede la autorización para su impresión un año después en Lima.
El experto señaló que en su contenido destaca “la claridad en el uso de la lengua”, pues se identifican pronombres para “cada uno de los géneros”, se mencionan los tipos de unión como el mancebado o los matrimonios poligámicos de hombres y mujeres además de unos “200 términos que se refieren al agua”.
Esto último abre la posibilidad de que los mojeños tenían “conocimiento del manejo de la tecnología del agua” en una zona en la que a principios de cada año se produce el desborde de los ríos e inundaciones.
ACERCA DEL AUTOR
El jesuita Marbán se especializó en gramática y llegó a la región de Moxos en 1676, en donde habitaban aproximadamente 6.000 lugareños y había un ambiente de “guerra” por las disputas entre tribus y la expansión portuguesa en la región oriental, relató Eizaguirre.
Marbán identificó la lengua morocosí, que es justamente la moxeña, y cuyas variantes han dado origen al moxeño trinitario y moxeño ignaciano, reconocidas en la Constitución boliviana.
El jesuita fundó la misión de Loreto en 1682, en donde falleció en 1713.
La oficial de la Unesco afirmó que el documento estuvo sometido a un proceso “muy exigente”, ya que parte de la certificación consistió en identificar el paso “mano en mano” del diccionario, desde su impresión hasta que en la década de 1980 se entregó al Musef.
“El trabajo no termina acá, después de esto viene un proceso de digitalización que supone un conocimiento especializado, aseguró Salazar.
El programa “Memoria del Mundo” dependiente de la Unesco se realiza desde 1992 y tiene la función de preservar y generar el acceso al “patrimonio documental y digital” de mayor relevancia en el mundo.