La admirable confección de los sombreros panameños

La admirable confección de los sombreros panameños
El sombrero pinta’o es una prenda de vestir típica de Panamá. Son muy conocidos los elaborados en el distrito de La Pintada, provincia de Coclé. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

Estas creaciones son producto de detalles minuciosos, sobre lo cual entrevistamos al joven Ángel Del Cid, quien representa a un emprendimiento que incluye la venta de sombreros, entre otros. Indicó que son hechos por “manos artesanas de La Pintada, con palmas naturales”.

Los sombreros se han empleado desde mucho tiempo atrás para cubrir y proteger de las condiciones del clima. Algunos de estos aditamentos del vestuario, que tanto hacen lucir, representan las culturas. Existen de diferentes tipos en todo el mundo y los nuestros son un orgullo nacional.

El sombrero panameño se usaba, sobre todo, en las faenas de trabajo del área rural. Su preferencia se extendió y también los hay para uso cotidiano y gala.

Actualmente, además de formar parte de la indumentaria del folclore, es lucido como complemento de otros vestuarios. El empeño de resaltar lo nacional, lo hizo aún más conocido.

El accesorio autóctono se elabora de fibras naturales de plantas cultivadas en el país y es tejido por panameños con técnicas tradicionales.

Estas creaciones son producto de detalles minuciosos, sobre lo cual entrevistamos al joven Ángel Del Cid, quien representa a un emprendimiento que incluye la venta de sombreros, entre otros. Indicó que son hechos por “manos artesanas de La Pintada, con palmas naturales”.

Estos sombreros son confeccionados por su abuelo Ricardo Sánchez, de 75 años de edad, del distrito de la provincia de Coclé, en conjunto con parientes del señor de mirada dulce, quienes residen en las comunidades de Paguá y Agua Fría.

La obtención de las mejores fibras para ese propósito tiene un procedimiento cuidadoso, admirable y toma mucho tiempo. Su conocimiento es generacional, pero Del Cid nos reveló algunos de los valiosos pasos de esta habilidad de la fuente familiar.

Un emprendimiento artesanal
Ángel del Cid, de Anma Garden, entrevistado. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos

“Bellota, junco, chonta o chunga, pita, gancho o cabuya, chisná, barro y aguja”, es el material requerido, indicó.

Se realiza un meticuloso proceso para preparar los insumos naturales que necesitarán los artesanos para el tejido. Entre estos, la bellota, que es una palma, el elemento principal para confeccionar los sombreros y otras artesanías.  Luego de trabajarse adquiere color blanco.

Del Cid señaló que se le realiza el siguiente tratamiento: “Cortarla en buena marea. Rajarla, lo cual depende de la calidad en que se quiera. Hervirla por 30 minutos. Sacarla y dejarla en agua por 12 horas. Lavarla y ponerla al sol para que seque. En la noche, colocarla al sereno por 5 días”.

El junco y chonta o chunga también son plantas de las cuales se extraen fibras para el tejido y se resaltan al teñirlas de negro.

Del Cid explicó que, “el junco se corta verde y se pone al sol hasta que tome color amarillo. Luego, se pone al agua por una noche. Se saca y se pone al sol. Se raja del grueso que lo necesiten. Se hierve con la chisná por una hora para que adquiera color negro.  Se saca y se coloca en el barro por un día. Se lava y se vuelve a cocinar con la chisná para que tome brillo. Se enreda en un palo y se pone al sol para que seque”.

Sobre la chonta, dijo, “se corta en buena marea. Se le quitan las espinas. Se raspa. Se raja dependiendo de la calidad en que se desea. Se cocina con la chisná por 1 hora. Luego, se saca y se coloca en el barro por 2 horas para que tome color negro. Después, se lava y se cocina nuevamente con la chisná para darle brillo.

Chisná es una planta de donde se obtiene el tinte para colorear de negro. Sobre esta, ilustró, “se cosechan las hojas, se machacan y se ponen al sol para que tome el color del tinte”.

Para las uniones de los tejidos, se producen hilos con las hojas de la planta pita. Sobre esta especificó: “Se corta, machaca y raspa. Hay que tener cuidado porque pica. Se lava con jabón y se pone al sol. Cuando esto seca, se hacen los hilos que se utilizan para unir las trenzas”.

Un emprendimiento artesanal
Hay sombreros panameños de diferentes calidades de tejidos y modelos. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

Luego de este largo proceso, proceden con las técnicas de tejido, cosido y amarre, que dan como resultado los hermosos y reconocidos sombreros típicos de nuestro país, una verdadera obra de arte.

Qué lastimoso que, sin el conocimiento del esfuerzo y tiempo invertido en este trabajo, muchas personas se nieguen a pagar el verdadero valor de estos sombreros que sustentan a muchos hogares.

El emprendimiento de Del Cid y su grupo se llama Anma Garden.  “Aparte de sombreros y artesanías, contamos con una gran variedad de bonsáis y plantones”, manifestó.

Agregó, somos un grupo de emprendedores que también apoyamos al artesano local. Nos dividimos las actividades y yo me encargo del aspecto comercial. Me dedico a venderlos y conseguir los espacios para participar en eventos.  Los sombreros los confecciona la familia Sánchez-Rodríguez, quienes son 5 miembros.

Le realizamos las siguientes preguntas para conocer más sobre el negocio que surgió a mediados del año 2020.

 ENS. ¿Cómo surgió el emprendimiento?

Entrevistado.

En medio de la pandemia, decidimos buscar otras alternativas para generar ingresos. Como estábamos en confinamiento, no podíamos estar haciendo muchas cosas, entonces, primeramente, decidimos emprender con plantas y bonsáis con un pequeño vivero que tenemos.

Poco a poco, nos fuimos expandiendo e incluimos a las familias que confeccionan los sombreros. Estas nos comentaron que también deseaban generar ingresos, y al contarle lo que estábamos haciendo, se animaron e hicimos alianzas.

Un emprendimiento artesanal
El señor Ricardo Sánchez, abuelo de Angel del Cid, quien elabora sombreros en conjunto con sus parientes. Foto, Belkis Hidalgo Hoyos.

Al principio los hacían, pero muy poco. Luego, con la unión, se ha echado el negocio hacia adelante. Optamos por algo que aportara a la naturaleza y la humanidad, que fuera algo más que un negocio.

ENS. ¿Qué tipo de sombreros venden?

Entrevistado.

Tenemos varios modelos entre ellos:  Kimbol, “pinta’os” y blancos; y  Mosquitos, hechos de junco y bellota.  Los sombreros que tienen color, todos son “pinta’os”. Los nombres son el modelo. Ejemplo: Mosquitos y Kimbol.

ENS. ¿Cuánto tiempo, aproximadamente, toma elaborar un sombrero?

Entrevistado.

Esto depende del modelo, pero el tiempo estimado está entre 2 semanas a 1 mes.

ENS. ¿De qué materiales son confeccionados?

Entrevistado.

De junco, planta de bellota y palma de chonta.

ENS. ¿Qué espera de su emprendimiento?

Entrevistado

Esperamos ser esa marca que conecte a toda la familia y más que una empresa sea una conexión de negocio para actuales y futuros artesanos.

El negocio de los sombreros provenientes de La Pintada lo realizan en Panamá, los sábados y domingos en el Mercado San Felipe Neri y eventos en los que participan. “No tenemos tienda física”, puntualizó Del Cid, quien, en conjunto con su inseparable abuelo y sus parientes artesanos, y Said Calvo, realizan esfuerzos incesantes por hacerlo progresar.

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