Quién sacudió el jarro

Quién sacudió el jarro
El autor es licenciado en Contabilidad, CPA, posee MSc y es ciudadano toleaño. Foto, cortesía.

El Panamá de hoy necesita que nos pongamos de acuerdo en las acciones a seguir y definir el futuro, en temas cruciales como educación, salud, trabajo, prosperidad, servicios básicos, definir la economía que queremos, no es necesario sacudir el jarro.

Este es el título de una vieja fábula, cuyo autor es desconocido, pero que se expresa así:

“Si recoges 100 hormigas negras y 100 hormigas rojas y las pones en un jarro de vidrio nada pasará, pero si tomas el jarro, lo sacudes violentamente y lo dejas en la mesa, las hormigas comenzarán a matarse entre sí. Las rojas creen que las negras son enemigas, mientras que las negras creen que las rojas son las enemigas; cuando el verdadero enemigo es la persona que sacudió el jarro”.

Así parece que andamos en el país, sin lograr que un tema concreto se logre definir. El último día de la semana laboral se presenta una acción civil en un tribunal que lleva una causa penal y el primer día de la semana que sigue se retira. Eso parece que ha revuelto el jarro; las hormigas negras con las rojas inician una batalla sensitiva para unas matar a las otras. Nadie se pone de acuerdo.

La misma suerte parece que corre el anteproyecto de ley, que deroga la ley de Transparencia y Acceso a la Información.  Se presentó como si fueran hormigas negras, pero alguien sacudió el jarrón, y las hormigas rojas se pusieron a batallar hasta que por presión, se pidió retirar el anteproyecto de ley.

En la época de la inmediatez, nada será secreto, menos en la Administración Pública, siempre saldrá algo. Y en este país se necesita más trasparencia para darle seguridad a la inversión, incrementar el empleo, mejorar las condiciones de los panameños.

El jarro, que se sacudió hace un año en el país, dejó muchas hormigas muertas, tanto negras como rojas. Parece, es parte de la explicación de la fábula, hombre contra mujeres; adultos contra niños; izquierda contra la derecha; trabajadores contra empleadores; ricos contra pobres.

La anterior anotación no es únicamente, ni es exclusiva, sino desde varias perspectivas, así como docentes contra el MEDUCA, MEDUCA contra docentes, padres de familia contra educadores, MINSA y CSS contra médicos; médicos contra las instituciones y estos contra los pacientes, pacientes contra médicos o las instituciones.

En fin, y así mismo podemos ir definiendo situaciones entre unos y otros que al cabo solo generan más división. Si bien no es posible un país sin problemas, una empresa sin altas y bajas; una vida personal sin dificultades, hasta diríamos que sería un poco aburrida. Pero estamos sobrepasando el nivel de sacudir el jarro.

El Panamá de hoy necesita que nos pongamos de acuerdo en las acciones a seguir y definir el futuro, en temas cruciales como educación, salud, trabajo, prosperidad, servicios básicos, definir la economía que queremos, no es necesario sacudir el jarro y decir que se crearán leyes para cumplir con las exigencias de organismos u ONG internacionales y luego no se aplican y de nada sirvieron porque no salimos de las listas de colores y sigue el jarro sacudido.

Las hormigas negras se comen a las hormigas rojas y estas a las negras, al final solo sobrevirá la que mató la última de la otra y no queda con qué reconstruir la población. Dejemos de jugar a sacudir el jaro y definamos un ideal de país. Lo que queremos y como lo vamos a lograr.

La débil democracia panameña, bastante frágil y enferma no aguanta a que se sacuda el jarro. Lo que llevará a definir que se construyen dos países. Por ello, antes de ponernos a pelear entre nosotros debemos preguntarnos: ¿Quién sacudió el jarro? Y empezar a armar los ideales de un país para todos.

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