Le corresponde al Gobierno, en manos de su presidente, retomar el control de la situación, toda vez que, es triste y lamentable que, siendo una república conformada por tres poderes, hayamos caído a un nivel en donde se irrespeta la majestad de la patria.
Parafraseando al expresidente Martín Torrijos, retomamos el concepto que, “es mejor invertir en el diálogo que gastar en represión”.
En documentos anteriores, sustentados por #Visión2024, hemos urgido al señor presidente de la República a tomar conciencia de su responsabilidad histórica para enfrentar, de manera justa y apegado a la Constitución y las leyes de la República, los reclamos de un pueblo que se siente burlado, por el contenido de lo legislado y la forma tan irrespetuosa como se manejó este contrato.
Hay evidencia suficiente de que lo acontecido en la última semana, que ha sido real y objetivo, ha generado una sensación percibida por la población panameña, la cual, ha sido la causante de las últimas confrontaciones que, afectan la paz social y la marcha de la maltrecha economía del país; maltrecha, por un lado, por el impacto negativo que ha tenido la falta de control en los gastos, por otro lado, porque los subsidios descontrolados no permiten el crecimiento y fortalecimiento de la red social, toda vez que, “es justicia y no caridad lo que el pueblo necesita”, como lo expresa la escritora y filósofa, Mary Wollstonecraft.
Decía Benjamín Franklin que: “No se hará justicia hasta que los que no se vean afectados estén tan indignados como los que sí”. No esperemos hasta ese punto.
Ahora le corresponde al Gobierno, en manos de su presidente, retomar el control de la situación, toda vez que, es triste y lamentable que, siendo una república conformada por tres poderes, hayamos caído a un nivel en donde se irrespeta la majestad de la patria, expresada en esos tres poderes, irrespetada, precisamente, debido a que no han sabido ejercer con dignidad el mandato constitucional que se les ha dado.
Retomar el control, tomando en cuenta los reclamos de una sociedad que se siente sin esperanza, que a gritos pide que el tiempo avance, para poder hacer realidad sus esperanzas de cambiar el actual estado de cosas, fundamentado en la #Vision2024, como lo hemos soñado.
Sin embargo, es menester dejar claro que, la violencia en las calles, lo que genera es mayor deterioro de nuestra economía. Si persistimos en el vandalismo y la violencia, cada día nos alejaremos más del nivel que otrora ostentamos y se hará, cada vez más difícil entregar a los panameños y panameñas el #PanamáPosible, que deseamos construir.
La responsabilidad estará del lado de este Gobierno, que tuvo en sus manos la forma de satisfacer las expectativas de un pueblo carente de esperanza, que clama por justicia, que pide a gritos respeto, Gobierno que no tuvo la visión de tomar las decisiones asertivas; no necesariamente coincidentes con la totalidad de la población panameña, pero fundamentadas en el diálogo, el querer de las mayorías y la comunicación oportuna.
Aún no es tarde, actúe.