La Cruz Roja Internacional pidió este domingo a los Estados garantizar la asistencia humanitaria a los migrantes en tránsito por Centroamérica, una región que siente los embates directos e indirectos de Julia, que impactó en la costa Caribe de Nicaragua como huracán de categoría 1.
Centroamérica, una de las zonas del mundo más vulnerables a la crisis climática, se encuentra en alerta desde el pasado jueves por la llegada de Julia, que ya ha dejado daños en Nicaragua y lluvias en parte de esta región de casi 50 millones de habitantes, muchos sumidos en la pobreza.
Miles de migrantes irregulares recorren ahora Centroamérica en su camino hacia el norte, en un flujo que no ha parado de crecer este año, cerrará con una nueva cifra récord de estos viajeros según organismos internacionales.
Ellos “están ajenos a cualquier alerta temprana” de los países por los que transitan, sin acceso a información oportuna sobre las condiciones climáticas o lugares de refugio, lo que los deja “en completa vulnerabilidad”, explicó a EFE la jefa de participación comunitaria y rendición de cuentas en América de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés), Diana Medina.
“Una persona migrante tampoco está conectada a las redes de salud de los países en los que transitan, entonces es muy posible que antes, durante y después (del embate del fenómeno natural) le sea imposible acceder a los servicios de salud que sean necesarios. Además, muchos de ellos vienen viajando ya en condiciones de salud precarias”, añadió la funcionaria del organismo humanitario.
Por ello “es vital que los Estados garanticen asistencia humanitaria y protección a todas las personas que así lo requieran, sin importar su nacionalidad o situación migratoria”.
“La Cruz Roja está preparada para auxiliar en esta tarea, mediante su red de puntos de servicio humanitario instalados a lo largo de la ruta migratoria, sus protocolos de acción temprana y planes de respuesta a desastres”, afirmó Medina.
Más de 160.000 migrantes irregulares han llegado en lo que va de año a Panamá, la puerta de entrada a Centroamérica a través de la peligrosa jungla del Darién, la frontera natural con Colombia, una nueva cifra histórica que superó ya la previa: 133.726 en 2021.
La Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá dijo a EFE que calcula que este año los viajeros que crucen el Darién superarán “fácilmente los 200.000”.
La IFRC expresó a EFE en julio pasado que hasta entonces en Honduras la migración irregular había crecido un 689 % y en México un 108 %.
La mayoría de estos migrantes y refugiados en tránsito vienen de Cuba, Venezuela y Haití. Los nacionales de Honduras, Guatemala, Nicaragua y México siguen saliendo de sus países hacia el norte, y al mismo tiempo registran un alza significativa de retornados, señaló el organismo internacional.