2018, la llave que abre la campaña política

2018, la llave que abre la campaña política
El Tribunal Electoral destinará para estas elecciones $1.1 millones. Foto/Redes Sociales CD

El año que recién empieza será sin duda la plataforma de despegue de las candidaturas presidenciales del 2019. Antesala polémica de un momento decisivo

El periodo 2014-2019 pasará a la historia como uno particularmente turbulento. La secuela de la corrupción escenificada en el quinquenio anterior resultó ser tan dramática como su predecesora. Así las cosas, el año que hoy empieza marca el inicio del ocaso del actual gobierno, que de acuerdo a las señales que se vislumbran no se dará por vencido fácilmente.

De acuerdo con todos los analistas el torneo electoral del 2019 se desarrollará en un escenario plagado de candidatos a la presidencia. Esa posibilidad surge desde la intensa disputa interna en los partidos que se espera en 2018.

Las acciones empiezan temprano. Con solo horas de comenzado el 2018 se definirá la primera batalla. El 21 de enero en un escenario impensable hace solo meses Rómulo Roux intenta desplazar de la presidencia de Cambio Democrático a Ricardo Martinelli, que a la sazón es el propietario del partido y para un importante grupo, el líder indiscutible.

Roux sin embargo aprovecha que Martinelli está preso en Miami esperando una decisión del gobierno de Estados Unidos para su extradición a Panamá, para plantear que es hora de pensar en cambios trascendentales. La facción que lo apoya la sustenta la estructura de los 24 diputados de CD que han desafiado a la cúpula actual compuesta por los sectores más apegados a Martinelli. La llamada “línea dura del CD”.

En una batalla previa Roux al frente de la disidencia logró el control de la Convención del partido donde decidirán la directiva, por lo que las posibilidades se mantienen abiertas hasta ahora. No obstante, no puede descartarse que la línea dura CD se resista perder el control y terminé apoyando una propuesta propia o una alianza con algún otro grupo, es decir de CD pueden derivarse dos candidaturas.

Aunque con algo menos de dramatismo, lo mismo pasa en el PRD. El partido creado por los militares durante la dictadura (1968-1989), hace años dejó de ser un grupo monolítico y disciplinado. Pero la crisis interna mostró su peor cara en 2009, cuando la batalla interna entre Balbina Herrera y Juan Carlos Navarro resultó tan encarnizada que aún hoy nueve años más tarde no logra superarse.

Del fratricidio del PRD en 2009 pasaron al desastre electoral de 2014. Ese año inexplicablemente tras estar en primer lugar en las encuestas Juan Carlos Navarro terminó de último en las votaciones lo que dejó al PRD sumido en un conflicto interno que hasta el 2015 no fue posible neutralizar.

Sin embargo, las heridas parecen aún abiertas. Hay al menos 6 aspirantes a la candidatura en el PRD, al menos 4 de ellos con amplios apoyos internos y los otros dos con grandes posibilidades a sumar votos independientes. Una vez más la sombra de una fragmentación queda abierta dejando la posibilidad de derivar en otras dos ofertas.

El 2018 también será testigo de la definición de al menos tres aspirantes independientes a la presidencia y de seguro el Frente Amplio por la Democracia (FAD), el partido de las organizaciones sociales de izquierda, tendrá su apuesta propia; lo que deja una mano de cartas con entre 7 y 9 candidatos, contando al abanderado oficialista.

La fragmentación conviene sobre todo al oficialismo y en todo caso a alguna facción en los partidos grandes. Por lo que la capacidad de maniobra interna será crucial. Por lo pronto el 2018 llega y se activa la cuenta regresiva.

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