El principal banco alemán “es sospechoso de haber ayudado a clientes a crear sociedades en paraísos fiscales a lavar dinero procedente de infracciones penales”, así lo informó la Fiscalía de Fráncfort.
Las autoridades apuntan al blanqueo de unos 311 millones de euros de más de 900 clientes solo en 2016, y que la práctica se extendería a otros años.
La Policía alemana e investigadores registraron este jueves, 29 de noviembre, seis locales de Deutsche Bank, incluida la sede del grupo en Fráncfort, como parte de una investigación por blanqueo de dinero en el marco de las revelaciones de los Papeles de Panamá.
El banco alemán confirmó en Twitter, que la policía realiza una investigación “relacionada con los Panama Papers”: “Es cierto que la policía realiza una investigación en algunas de nuestras oficinas en Alemania. Más detalles serán comunicados tan pronto como sepamos. Estamos cooperando completamente con las autoridades”.
It is true that the police is currently conducting an investigation at a number of our offices in Germany. The investigation has to do with the Panama Papers case. More details will be communicated as soon as these become known. We are cooperating fully with the authorities.
— Deutsche Bank (@DeutscheBank) 29 de noviembre de 2018
Según la Fiscalía, unos 170 magistrados, policías y agentes de los servicios fiscales iniciaron el registro de los locales del banco en Fráncfort, Eschborn y Gross-Umstadt y se llevaron “numerosos documentos escritos y electrónicos”.
Las investigaciones se centran en “dos empleados de 46 y 50 años” cuyos nombres y cargos no se han divulgado, así como en “cierto número de responsables no identificados de la empresa”, todos sospechosos de “blanqueo de dinero”.
Los investigadores acusan a estas personas de “no haber señalado las sospechas de blanqueo” antes de la revelación en abril de 2016 del escándalo de los Papeles de Panamá, con lo que no respetaron esa obligación legal, indica la Fiscalía.
Los magistrados de Fráncfort consideran que el banco disponía de “elementos suficientes desde el inicio de sus relaciones” con estos clientes.
Según la Fiscalía, solo en el año 2016, una sucursal de Deutsche Bank en Islas Vírgenes se ocupó de “más de 900 clientes que representaron un volumen de negocios de 311 millones de euros”.
Deutsche Bank es el segundo gran banco salpicado por este escándalo de los Panamá Papers, que estalló en 2016 con la filtración de millones de documentos confidenciales procedentes del gabinete de abogados panameño Mossack Fonseca, en los que se detalla a más de 214.000 sociedades offshore, así como a sus accionistas.
Ya en abril de 2016, la sede del banco francés Société Générale fue registrada en el marco de una amplia investigación en Francia sobre “blanqueo de fraudes fiscales agravados”, dirigida contra 500 sospechosos.
Deutsche Bank, que desde hace diez años no cesa de perder posiciones en la jerarquía de los bancos mundiales, está siendo investigado en numerosos procedimientos judiciales, tiene problemas en bolsa, y ahora se enfrenta a esta investigación, último problema de una larga serie de dificultades.
“Cada vez que se puede tropezar contra algo, ahí está tropezando Deutsche Bank” resume un abogado de negocios de Fráncfort, que requiere el anonimato.
En enero de 2017, el primer banco alemán fue multado con 630 millones de dólares en el marco de una investigación de las autoridades estadounidenses y británicas por blanqueo de dinero procedente de Rusia