Recientes estudios efectuados por la OECD identifican a Panamá donde el 40% de la población con capacidad de trabajo vive en la informalidad. Y esta informalidad tiene dos componentes: los trabajadores independientes y los empleos informales.
Generalmente los trabajadores independientes son aquellos que a través de una actividad informal buscan llevar a cabo su sustento o desarrollo económico y los empleos informales son aquellos que trabajan bajo una relación de dependencia económica para un trabajador independiente en el sector de la informalidad. Por informal definimos las actividades económicas que se realizan sin cumplir con los requerimientos legales.
La informalidad se produce cuando los requerimientos burocráticos o el costo económico de cumplir con los mismos resultan extremadamente onerosos para quien realiza una actividad como independiente.
Yo no critico la informalidad. Mi familia surgió de la informalidad y lo considero un proceso de aprendizaje para el desarrollo del espíritu empresarial y la administración de actividades lucrativas. De la informalidad han surgido grandes empresarios. Es preferible un trabajador independiente que atiende a su familia con su propio esfuerzo a pretender que el Estado le resuelva sus necesidades.
Y muchas veces critico a los opinólogos pues ven la economía informal como un mal que raya en lo delictivo. La informalidad surge por la falta de empleos formales. Por la imposibilidad de poder prosperar como emprendedor ante un sistema burocrático u opresor. Muchas veces la informalidad es amenazada por las presiones de inspectores, supervisores y agentes a quienes se requiere engrasar para poder subsistir pues no hay otra forma.
Quien se desenvuelve en la informalidad conoce de todos los riesgos y amenazas que enfrenta y sin embargo tiene la disposición por razones de necesidad de ir a buscar la forma de subsistir. El emprendedor en la informalidad toma riesgos, aprende a distinguir los requerimientos de su actividad o microempresa y sus requerimientos familiares.
Entiende del ahorro y la inversión para crecer, aprende a utilizar los servicios bancarios, busca crédito a cualquier costo. Todas estas destrezas las adquiere en el camino. Yo he conocido a emprendedores que se iniciaron en la informalidad y crecieron a pesar de sus carencias en educación. Algunos ni siquiera saben leer o escribir bien y resultaron excelentes empresarios. Adquirieron el olfato en el mercado para comprar y vender o fabricar. Añaden valor.
No es malo tener un sector informal. Es en mi concepto, un signo y requiere una política de Estado para flexibilizar los requerimientos burocráticos, ofrecerle oportunidades de crecer y obtener crédito, legalizar su situación en consideración a sus posibilidades y darle su derecho a vivir y emprender. No nos enfoquemos exclusivamente en los empleos. El país necesita emprendedores y los informales que generan una actividad económica son parte de ella. Yo no veo un problema. Veo una oportunidad.
Excelente punto de vista, el trabajar en la informalidad no debe catalogarse como delito.
Excelente punto de vista sobre está explicación, mi padre a sido emprendedor toda su vida, logró mantener a ocho hijo, educarlos y darle valor al significado del esfuerzo es superación no importa las situación que estés..