Con más del 90% de las actas de las mesas de votación contabilizadas, Arce tiene el 54,51% de los votos, escoltado por el expresidente centrista Carlos Mesa, con 29,21%.
El proceso electoral en Bolivia que dio el triunfo al izquierdista Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), fue “transparente”, afirmó este miércoles el jefe de la misión de observadores de la OEA en esos comicios, Manuel González, luego de que el ente denunció un fraude en la elección de Evo Morales en 2019.
“La gente votó en libertad y el resultado fue claro y contundente, lo que otorga una gran legitimidad al gobierno entrante, a las instituciones bolivianas y al proceso electoral”, afirmó González en un video publicado en Twitter, para anunciar informe preliminar de la misión de la OEA sobre los comicios del domingo.
Con más del 90% de las actas de las mesas de votación contabilizadas, Arce tiene el 54,51% de los votos, escoltado por el expresidente centrista Carlos Mesa, con 29,21%, según el escrutinio. En tercer lugar queda el derechista Luis Fernando Camacho, con 14,19%.
La OEA denunció una “manipulación de votos” en los comicios del 20 de octubre de 2019, en los que Morales ganó en primera vuelta su cuarto mandato consecutivo. La conclusión de ese informe derivó en la anulación de la votación, movilizaciones masivas y la renuncia del líder izquierdista casi tres semanas después.
“Gracias al informe de auditoria realizado tras las elecciones del año pasado hoy el país tiene una autoridad electoral independiente y tuvo una contienda más equitativa y transparente”, agregó González, de origen costarricense.
En los últimos dos días centenas de personas han salido a protestar en Santa Cruz, bastión de la derecha, y en Cochabamba para denunciar un supuesto fraude en la elección de Arce.
Pero no hay indicios de un fraude en favor de Arce. Los comicios fueron conducidos por un tribunal electoral depurado tras la caída de Morales y el conteo oficial, aunque lento, ha ido confirmando las proyecciones que hicieron dos encuestadoras privadas la noche de los comicios.
La votación también fue supervisada por misiones de la Unión Europea y el Centro Carter, sin que ninguna haya hecho cuestionamientos, a diferencia de lo sucedido en los comicios de 2019.