La situación de la basura en Curundú y Calidonia se repite, con más o menos gravedad, en muchas otras zonas populares de la capital panameña. La AAUD ha apuntado al deterioro de su flota vehicular. Solo 30 camiones recolectores y compactadores están operativos.
La basura ahoga a Curundú, una populosa barriada de la capital de Panamá. Los vecinos llevan semanas lidiando con montañas de desperdicios en las calles que impiden el paso a los peatones, crean olores putrefactos y atraen roedores, moscas y gusanos.
“En la tarde y la noche las ratas se meten dentro de la iglesia, y en la mañana cuando llega la pastora tiene que sacarlas. Es inconcebible que esta basura esté aquí”, dijo a Efe Bernabé Cohen, un vecino del área.
Cohen reportó a Efe que los residuos en Curundú, un barrio de bajos recursos ubicado cerca del corazón de la capital, llevan más de quince días, creando una situación “insoportable” ante la presencia de “moscas verdes” y “ratas”.
En el contiguo barrio de Calidonia vive Franklin Bedoya, quien relató sorprendido la “desastrosa” situación, pues “en plena capital se ve tanta cantidad de basura”.
“Esto no tiene nombre. Aquí no le prestan atención principalmente a la gente de los barrios, que somos pueblo, personas pobres (…) cuando quieren comienzan a decir que no se paga (el servicio de recolección de basura) todos pagamos basura, agua, todos pagamos lo que se nos cobra”, agregó Bedoya.
CRISIS POR FALTA DE VEHÍCULOS RECOLECTORES
La situación de la basura en Curundú y Calidonia se repite, con más o menos gravedad, en muchas otras zonas populares de la capital panameña.
La Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario de Panamá (AAUD), ha apuntado al deterioro de su flota vehicular. Solo 30 camiones recolectores y compactadores están operativos, de acuerdo con la información oficial.
A ello se suma el vencimiento de los contratos de alquiler de retroexcavadoras y camiones volquetes que se utilizan también para recoger los desechos.
“Tenemos muchos camiones dañados, estamos en ese tema de recuperar los mismos. Los contratos con los volquetes y retroexcavadoras vencieron el mes pasado (enero), son unos 60 vehículos de este tipo que no están recogiendo los desechos y ha afectado mucho”, dijo el administrador del ente público, Pedro Castillo.
El funcionario afirmó que se está “elaborando una licitación pública para ver si a mitad de año” se puede tener a los camiones “haciendo la recolección de basura”.
La mañana de este miércoles y tras una protesta la víspera, Efe pudo comprobar que la basura era recogida con retroexcavadoras y lanzada en camiones de volquetes en Calidonia. Estos vehículos fueron alquilados por la junta comunal.
Uno de los trabajadores que recogía la basura y que pidió el anonimato aseguró a Efe que se trata de un operativo de limpieza de días.
“Se puede trabajar 5 días, pero lo que se está limpiando ahora, a eso de las 2 o 3 de la tarde va a estar similar. No sé si la gente espera que uno la recoja para sacar la basura, o si es que hay tanta basura que no nos damos abasto”, afirmó.
UN PROBLEMA ETERNO Y FALTA DE CULTURA DE DISPOSICIÓN DE DESECHOS
Panamá enfrenta un severo problema con la disposición y recolección de basura y es común que se acumule en muchas calles de la capital, incluso en las principales vías, y en las veredas de la carretera Panamericana, que conecta norte a sur el continente americano.
El presidente de la Fundación para la Protección del Mar (Promar), Ricardo Wong, explicó a Efe que “en barrios populares los usuarios no tienen ninguna norma al disponer los residuos, y nadie los multa por la pésima disposición”.
“Se nos ha vuelto normal tener tanta basura acumulada en las calles y estamos muy lejos de entender cómo esos residuos son realmente recursos”, dijo el defensor del medio ambiente, que apuntó a la educación: “Cómo vamos a cambiar algo que no sabemos cómo hacer”.
Otro gran problema es el vertedero de Cerro Patacón, el principal del país y situado en las afueras de la capital, con inmensas montañas de residuos y a sus faldas vive una pequeña comunidad – compuesta mayormente por indígenas- hostigada por las consecuencias físicas.
En enero pasado, el titular de la Defensoría del Pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc, presentó una demanda penal por posible delito ambiental y contra la salud pública contra la empresa Urbalia, propiedad de la colombiana Interaseo, encargada del manejo de Cerro Patacón.