La empresa ya tiene comprometida su producción con Costa Rica y Ecuador por al menos los próximos seis meses
A raíz de la captura televisiva de decenas de contenedores de la empresa Chiquita Panamá siendo removidos y presuntamente enviados a Costa Rica ha encendido las alarmas en el sector empresarial del país, según información difundida en el noticiero de TVN.
El hecho, ocurrido en medio de la creciente inestabilidad en Bocas del Toro, reaviva temores sobre la sostenibilidad de las inversiones extranjeras en Panamá.
El presidente del Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), Raúl Montenegro, lamentó profundamente el impacto que esta situación podría tener en la economía y la reputación internacional del país.
“Los panameños somos expertos en maltratar las oportunidades con las cuales Dios nos ha bendecido”, afirmó Montenegro, al tiempo que recordó que los paros del 2023 ya le causaron a la empresa una pérdida superior a los $70 millones.

Montenegro advirtió que la pérdida de más de 5,000 empleos es una consecuencia lamentable, pero evitable, y cuestionó si Chiquita Panamá se ha retirado definitivamente del país o si ha optado por una pausa operativa.
Según su información, la empresa ya tiene comprometida su producción con Costa Rica y Ecuador por al menos los próximos seis meses, y su eventual retorno dependerá de garantías del gobierno nacional sobre estabilidad y seguridad operativa.
En cuanto a los $75 millones en inversiones comprometidas, Montenegro sugirió que será un tema central en futuras negociaciones. Subrayó que Panamá cuenta con tierras altamente productivas para el cultivo de banano, una fruta clave en el mercado europeo, pero insistió en que sin orden y estabilidad, ni la mejor tierra podrá sostener una economía productiva.
“Estamos mandando un pésimo mensaje como país”, advirtió el líder empresarial, al tiempo que hizo un llamado urgente a la reflexión nacional sobre el modelo de desarrollo que se quiere proyectar.
Fue enfático en rechazar el caos y los cierres de calles como métodos de presión, recordando que los derechos de uno terminan cuando empieza el del otro.
Por otro lado el expresidente Ricardo Martinelli en su cuenta de X publicó que es muy difícil crear una plaza de trabajo pero peor es perder 7,000 empleos directos y otros 15,000 más de indirectos y se refiero a Chiquita Banana.
“Esta es una responsabilidad colectiva de todos y más del estado, el preservar los mismos y por eso se requieren subsidios, incentivos, exoneraciones, créditos fiscales o lo que fuese necesario para disuadir a la empresa el cierre final de sus operaciones”, dice la publicación.
Agregó que si Panamá con un presupuesto de $30,000 millones, no encuentran $100 millones, que es lo que alegan han perdido, bien sea vía recortes de botellas, ahorros o aumentos temporales de impuestos y no se le da la solución a dicha empresa, entonces considera que como país se ha fracasado.
“Bajo ninguna razón podemos permitir esto suceda y se repita la experiencia de Puerto Armuelles”, concluyó Martinelli.