Más de cien días después, y tras un trayecto de cinco semanas desde Australia, el buque de doce pisos de altura y con las luces de cubierta encendidas atracó finalmente en Barcelona.
Después de cinco semanas sin tocar tierra por las restricciones vinculadas al coronavirus, parte de los 1.800 pasajeros del crucero “Costa Deliziosa” pudieron desembarcar este lunes en Barcelona (España), el fin de una atípica vuelta a un mundo confinado.
El lujoso barco había partido el 5 de enero de Venecia, en el norte de Italia, para un crucero alrededor del mundo que todavía desconocía la existencia de este virus que ha terminado alterando las vidas de todos, incluidas sus pasajeros.
Más de cien días después, y tras un trayecto de cinco semanas desde Australia sin posibilidad de desembarcar, el buque de doce pisos de altura y con las luces de cubierta encendidas atracó finalmente el lunes de madrugada en Barcelona.
Aunque mantiene sus fronteras cerradas, Madrid autorizó la entrada del buque para el desalojo de los 168 pasajeros españoles a bordo y otros europeos que no quisieran esperar a desembarcar el miércoles en Génova (Italia), el final del viaje.
“El barco ya ha llegado. Todos los españoles han desembarcado ya y están camino a sus casas”, señaló el lunes por la mañana un portavoz de la compañía Costa Cruceros, destacando que ningún pasajero había contraído el virus.
El barco de 300 metros de eslora había solicitado previamente atracar en Marsella (sur de Francia) para desembarcar a unos 460 pasajeros, la mayoría franceses, pero no recibieron la autorización de las autoridades galas porque estaba prevista la entrada de otro crucero con 1.700 pasajeros.
– Alivio de desembarcar –
En un día atípicamente lluvioso y gris en Barcelona, los 168 pasajeros españoles, además de tres portugueses, fueron los primeros en desembarcar en pequeños grupos que eran llevados en autobús hacia la ciudad, indicó un fotógrafo de la AFP.
Por la tarde, abandonaron el buque algo más de un centenar de turistas franceses que serán trasladados en autobús hasta la ciudad sureña de Montpellier, donde pasaran la noche antes de viajar a sus casas, explicó a la AFP el alcalde del municipio Philippe Saurel.
Uno de ellos era el jubilado Patrick Contini, de 70 años, a quien avisaron junto a otros franceses por la mañana de que su gobierno había habilitado un dispositivo para repatriarlos.
“Estamos muy aliviados. Si tuviéramos que haber ido a Génova, hubiera sido mucho más difícil volver a nuestra casa en Bayona”, una localidad del suroeste muy cerca de la frontera española, indicó por teléfono a la AFP mientras preparaba las maletas.
Por la noche, el buque debe zarpar hacia Génova, donde el miércoles debe comenzar el desembarque del resto de pasajeros y los 900 miembros de la tripulación, señaló la compañía en un comunicado.
– “Un mundo aparte” –
La lujosa vuelta al mundo que preveían los cruceristas del “Costa Deliziosa” se vio truncada por el confinamiento y el cierre de fronteras decretado en gran parte del mundo para frenar la pandemia del coronavirus.
A finales de febrero les anunciaron que las escalas previstas en Asia quedaban anuladas. Y después, desde el 14 de marzo, cuando se encontraban en Australia, no han podido desembarcar en ninguna de las paradas técnicas realizadas por el buque.
“Estábamos en un arca de Noé, en un mundo aparte”, donde podían ir al teatro o hacer cenas de galas, explicó a la AFP Carlos Payá, un pasajero español de 58 años por teléfono justo al llegar a su casa en Valencia.
“Se me ha caído el alma al suelo cuando he pisado Valencia, todo vacío, sin gente (…) No te acabas de hacer a la idea de lo que es esto, es un shock e imagino que todavía tardaremos unos días en acostumbrarnos”, añadió.
Mientras, en Marsella, otro crucero de características similares, el MSC Magnifica, atracaba en puerto y desembarcaba unos 1.700 turistas, 700 de ellos franceses.
Las autoridades sanitarias regionales indicaron que no se practicó ninguna prueba del coronavirus entre los pasajeros porque “no hubo casos a bordo y los pasajeros (…) no habían desembarcado en 40 días”.