Preocupación por situación de precariedad y vulnerabilidad de migrantes en su tránsito por la espesa selva del Darién.
El defensor del Pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc y su homólogo de Colombia, Carlos Camargo, sostuvieron una reunión de seguimiento a la situación migratoria en la zona del Urabá-Darién ante las graves vulneraciones a los derechos humanos de las personas que atraviesan esa región con rumbo al norte del continente.
“Hacemos un llamado respetuoso al ministro de Defensa de Colombia y al Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT) de Panamá para asegurar alguna forma la mayor la parte de del Golfo Urabá y de Darién, respectivamente, para evitar los asaltos que se están dando dentro de las fronteras, vulnerando los derechos de los migrantes”, destacó Leblanc, defensor del Pueblo de Panamá, durante el encuentro.
Los Ombudsman, igualmente acordaron solicitar a las oficinas de migración de ambas naciones, activar los protocolos de intercambio de información veraz y efectiva, que ayude a determinar cuantitativamente, las cifras reales de poblaciones vulnerables como: niños, niñas, adolescentes, mujeres embarazadas, personas mayores y LGBTQIA+ quienes parten desde Necoclí y Capurganá, en Colombia.
En cuando al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia, a partir del próximo lunes, Leblanc expresó: “es imperante el flujo de la información, para determinar quiénes están en proceso de migración, y ante las recientes declaraciones del Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony J. Blinken en las Naciones Unidas, donde anunció la puesta en marcha de un paquete de ayuda para migrantes venezolanos y los países destinos; vamos a solicitar que apoyen a las Defensorías del Pueblo en las logísticas, para que podamos reforzar los mecanismos de atención a esta nueva diáspora, ”
Por su parte, Carlos Camargo, defensor del Pueblo de Colombia destacó: “ha pasado un año desde cuando alertamos sobre la situación humanitaria en el Darién por el paso masivo de ciudadanos haitianos. Hoy estamos asistiendo a una crisis humanitaria de dimensiones más graves, en su mayoría de migrantes venezolanos quienes viajan en condiciones de precariedad económica y de mayor vulnerabilidad”.
“Esta crisis migratoria por el Urabá-Darién debe ser un tema prioritario en la agenda humanitaria, dado que el 69% de los migrantes que hoy están pasando por el Darién son venezolanos, y el 15% son menores de edad”, agregó Camargo.
El Tapón del Darién es una trampa mortal, coincidieron en señalar los Defensores de Colombia y Panamá, al advertir los graves peligros que deben enfrentar los migrantes, no solo por las difíciles condiciones y los peligros de la selva, sino por las acciones de los grupos armados y organizaciones criminales a los dos lados de la frontera.