La política comercial basada en aranceles elevados ha generado un entorno de tensión que frena inversiones y decisiones empresariales
La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) advirtió sobre una desaceleración de la actividad económica del país, motivada principalmente por la creciente incertidumbre política y comercial derivada de la guerra arancelaria impulsada por el presidente Donald Trump, informó la agencia EFE.
En su más reciente Libro Beige, correspondiente al mes de mayo, la Fed reporta un retroceso “ligero” en la economía nacional, basado en el análisis de las condiciones en los doce distritos en los que divide el país.

Según el informe, la mitad de los distritos identificaron caídas en la actividad económica, con niveles que van de leves a moderados, reflejando un panorama desigual en cuanto a gasto y consumo.
“Todos los distritos reportaron niveles elevados de incertidumbre económica y política, que han llevado a la indecisión y a un enfoque cauteloso de las decisiones empresariales y domésticas”, señala el documento oficial.
La política comercial basada en aranceles elevados, especialmente en sectores clave como el del acero y el aluminio, ha generado un entorno de tensión que frena inversiones y decisiones empresariales.
Esta semana, de hecho, entró en vigor un aumento del 50% en los aranceles sobre ambos metales, medida que impacta de forma directa a países como Canadá, México, Brasil, Corea del Sur y Vietnam, y que añade complejidad a las negociaciones en curso con China y la Unión Europea (UE).
Pese a estas dificultades, algunos distritos reportaron incrementos puntuales en el consumo de productos que podrían verse afectados por los aranceles, lo que sugiere un intento preventivo por parte de empresas y consumidores ante posibles incrementos futuros de precios.
En cuanto a los precios, el informe destaca que la inflación continúa en ascenso, aunque a un ritmo moderado, con señales claras de que los aranceles están comenzando a impactar el costo final de bienes para los consumidores.
“En general, las perspectivas siguen siendo ligeramente pesimistas e inciertas, sin cambios respecto al informe anterior”, concluye la FED, que continuará monitoreando de cerca la evolución de los indicadores macroeconómicos ante un panorama global cada vez más volátil.